Con una cadena humana se manifestaron jóvenes de la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios Rafael Ramírez (FNERRR) en la calles del Centro Histórico, para expresar su inconformidad por la desaparición del programa Escuelas de Tiempo Completo, denunciando además que el hecho de desaparecer este programa atenta contra los derechos educativos de todos los estudiantes. Ana Karen López Ávila, presidenta estatal de la Federación, comentó que esta medida es una decisión clientelar, insensible y abusiva de la Cuarta Transformación.
Por lo tanto, dijo que es momento de fijar una postura firme, que se den cuenta que la eliminación del programa es insensible e irracional, ya que esta decisión afectará el desarrollo académico de niñas, niños y jóvenes, es un golpe directo que afecta a más de 3 millones de alumnos del país.
Con un programa cultural y una cadena humana que se realizó de manera simultánea en todos los estados del país, la agrupación estudiantil sentó su postura, argumentando que no es justificación que los recursos que se recibían ahora se quieran canalizar a otro programa para infraestructura educativa, cuando eso siempre ha existido y es responsabilidad del Gobierno el crear y mantener las escuelas dignas, la FNERRR advirtió que el Gobierno de la Cuarta Transformación (4T) no considera los estragos que causa la eliminación de este programa, como el aumento en deserción escolar, un mayor rezago académico en los menores e incremento en la desnutrición infantil. Además, la situación es grave debido a la precariedad en que se encuentran millones de familias de obreros, trabajadores y madres o padres solteros.
El presidente Andrés Manuel López Obrador califica al programa de intermediario y es por ello que planteó su eliminación; sin embargo, esta es “una de las decisiones arbitrarias que han caracterizado al Gobierno obradorista, pues el Presidente ha convertido todos los programas en apoyos clientelares para ganar votos, sin revisar la afectación a los menores, ni a sus familias”, afirmó López Ávila.
Cabe hacer mención que a los jóvenes estudiantes locales se les unieron algunas madres de familia que también manifestaron su preocupación e inconformidad, comentaron que no cuentan con trabajo y muchas veces se tienen que salir a buscar el pan para sus hijos y era una gran ayuda que se quedaran en las escuelas por más tiempo, además de que ahí también comían algo, por lo que, temerosas, apenas pidieron que el programa regrese a sus escuelas.