De cara a la transición de su gobierno con el de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, el presidente Andrés Manuel López Obrador admitió que «todavía hay problemas».
«Pues sí, todavía hay problemas, pero ya se sentaron las bases para enfrentar esos grandes y graves problemas nacionales. Ella misma ha venido exponiendo de que en el caso, por ejemplo, de la inseguridad y la violencia, hay que atender las causas, y en eso coincidimos y así en otros temas», dijo López Obrador en su conferencia mañanera de este lunes 3 de junio en Palacio Nacional.
Al ser cuestionado sobre qué es lo más va a extrañar del «poder», el Presidente consideró que ya cumplió con ponerlo al servicio de los demás.
«El poder no es la parafernalia que lo rodea, no son las oficinas, no es el ‘privilegio de mandar’, porque el poder es mandar obedeciendo. Entonces yo ya me siento muy satisfecho, no voy a extrañar nada de eso porque nunca he visto el poder como un privilegio. Además, siempre he pensado que uno debe de proponerse que la justicia se imponga ante el poder», declaró.
Externó que como Presidente va a extrañar sus conferencias mañaneras y el cariño de la gente «que es recíproco porque así como hay personas que no me quieren, que les molesta verme y hasta me insulta, y yo he logrado con el tiempo ir superando todo eso».
Expresó que «cuando se transforma» y «cuando se lucha» por un ideal, se tiene que estar dispuesto a pagar cuotas de humillación, «pero no es en vano».
Reiteró que en su retiro va a procurar solo recibir a mi familia, pero si Claudia Sheinbaum lo busca en Palenque, la recibirá.
«Si ella me busca, sí, porque es mi presidenta, pero yo voy a procurar no molestarla», dijo.