CIUDAD DE MÉXICO, diciembre 7 (EL UNIVERSAL).-
El panorama para Antonio Mohamed y sus Pumas luce desolador para el domingo cuando visiten el Volcán, pues el 0-1 de la noche de este jueves en el Olímpico de Ciudad Universitaria les complica sus aspiraciones de conseguir el tan ansiado boleto a la final y es que además de la derrota en la ida, Tigres en casa se hace fuerte y a los de Robert Dante Siboldi no les gusta dejar vivas a sus presas en una instancia de este calibre.
Los felinos de la capital lo intentaron, con un «Chino» Huerta con sed de repetir lo que hizo ante Chivas el fin de semana pasado, pero sin éxito a la hora de disparar al arco del polémico Nahuel Guzmán. Además, claro, de haber jugado la última media hora con uno menos, luego de que el VAR rectificara y decidiera que Santiago Trigos debía ser expulsado (62′).
«El Turco» se vio obligado a modificar apenas a los 17 minutos, cuando Jesús Rivas se tiró al pasto al resentirse del muslo; Pablo Benevendo ingresó en su lugar, otra situación en contra de los auriazules que sueñan con levantar la octava.
El peligro fue latente, las acciones al ataque no faltaron, el apoyo desde la tribuna no cesó, pero el gol visitante llegó y fue hasta los 73 minutos, cuando Jesús Angulo metió un zurdazo potente desde fuera del área para por fin vencer a Julio González, abrir el marcador y de paso silenciar al Olímpico de CU.
Antes de la anotación, Tigres ya había encontrado la forma de jugar su papel, con desbordes por las bandas y llamadas de atención a Pumas con Diego Lainez, Nicolás Ibáñez o el mismo Guido Pizarro en bolas aéreas, mismas que pusieron a temblar a la grada y a los blancos en la cancha. La ausencia de Gignac y Quiñones terminó por no notarse.
Ahora, con los Tigres aventajados además por cerrar en casa, los Pumas van al norte con la necesidad marcar sí o sí en Nuevo León, defender como nunca y darles a sus seguidores una alegría como la que brindaron cuando echaron del camino al Guadalajara.