La Iglesia Católica de Aguascalientes se une a la exigencia de todos los obispos para pedirle al Presidente de la República que revise la estrategia de seguridad, pues es evidente que a nivel nacional se vive una situación difícil, “es cierto que todo México está salpicado y nosotros como toda la población pedimos que la prioridad del Gobierno sea pacificar y podamos vivir en convivencia social”, señaló el vocero de la Diócesis, Rogelio Pedroza González, añadiendo que afortunadamente en Aguascalientes los sacerdotes son apoyados y aceptados por sus fieles, “en Aguascalientes seguimos trabajando en el campo pastoral, nos sentimos seguros, la gente hidrocálida en general aprecia el trabajo de los sacerdotes, aman y defienden a sus sacerdotes”.
En ese sentido, el sacerdote reconoció que aunque el país está convulsionado y en un clima violento, los sacerdotes en Aguascalientes todavía pueden realizar su trabajo y quehaceres ordinarios dentro de sus horarios normales, pues no tiene conocimiento de que alguna parroquia haya decidido cambiar sus horarios debido a la inseguridad, no obstante, comentó que en algunas comunidades de Jalisco y Zacatecas que pertenecen a esta Diócesis es más complicado realizar las reuniones pastorales porque los pueblos se han quedado sin gente, debido a que «viven en ambientes más complejos”.
Por otra parte, Pedroza González comentó que “afortunadamente no se han tenido reportes o voces en los que los compañeros padres hayan sido condicionados o les estén pidiendo dinero cuando se realizan las fiestas patronales, tal vez esas cosas se den con los laicos que les pidan o los condicionen para realizar los festivales o bailes, pero con los párrocos es diferente, todavía se les respeta”.
Destacó que al no existir expresiones de miedo o algunas voces en las que los padres pudieran sentirse amenazados, la Diócesis no ha emitido alguna recomendación especial para los compañeros sacerdotes, pues les parece mejor no alarmar ni sembrar incertidumbre, “el ambiente que se vive en general en esta Diócesis es bueno y no es para alterarnos, más bien uno hay que seguir viviendo la vida y haciendo lo que tenemos que hacer en paz, por lo tanto no es necesario emitir alguna recomendación”, aseguró el vocero del Obispado.