CIUDAD DE MÉXICO, junio 22 (EL UNIVERSAL). –
Luego de que el almirante John Mauger confirmará el fallecimiento de cinco tripulantes que se encontraban al interior del submarino Titan, indicó que el sonido del golpeteo detectado por la Guardia Costera se trataría de una implosión, pero ¿qué es una implosión?
La implosión es lo contrario a una explosión, donde toda la masa, en este caso de la nave, en vez de expandirse y estallar se contrae hacia el centro de la misma, por lo que se podría decir que el sumergible explotó hacia su interior.
Steve Somlyody, un científico investigador principal con sede en Florida que tiene 20 años de experiencia en diseño y operación de sumergibles indicó para Fox News que debido a la presión que se tiene en las profundidades del mar, esto pudo haber provocado una implosión al instante.
Asimismo, indicó que debido a que el submarino se sumergió a 4 mil metros de profundidad fue un factor importante para la Guardia Costera de los Estados Unidos debido a que había opciones limitadas de rescate.
En este sentido, el HOV Alvin de la Institución Oceanográfica Woods Hole en Massachusetts y el vehículo de investigación de inmersión profunda (DSRV) de la Marina de EU, son, según él, los únicos vehículos que hubieran sido capaces de alcanzar la profundidad del Titanic.
Sin embargo, la falta de tiempo fue importante para el despliegue de dichas naves, ya que, los elementos de la Guardia Costera deben prepararse primero para la misión, que podría tomar incontables horas y volar cerca del sitio.
En cuanto a los vehículos como el OceanGate, indicó que tendrían múltiples redundancias tanto para el soporte vital como para llegar a la superficie en caso de emergencia.
Asimismo, detalló que la falta de comunicación de la nave fue «preocupante» desde un inicio, «deberían poder detectarlos», dijo Somlyody.
En el Titán viajaban Stockton Rush, de 61 años y fundador de la empresa propietaria del sumergible, OceanGate Expeditions; el empresario paquistaní Shahzada Dawood, de 48 años, y su hijo Suleman Dawood, de 19; el multimillonario británico Hamish Harding, de 50 años, y el explorador francés Paul-Henri Nargeolet, de 77.
La desaparición de la embarcación condujo a una enorme operación de rescate internacional en la que participaron fuerzas y medios estadounidenses, canadienses, británicos y franceses.