Este no ha sido el fin de semana de Checo Pérez. El mexicano tuvo unas complicadas sesiones libres y este sábado quedó eliminado en la Q2, por lo que para el domingo en el Hungaroring largará desde el pues 11 de la parrilla.
Pero la gran duda es, por qué de pronto ha bajado tanto el rendimiento del piloto mexicano, que hace no mucho estaba en los primeros planos en cada carrera e incluso con la grata victoria que se llevó en Mónaco hace algunas semanas.
Y la respuesta se centra en su monoplaza, en el RB18 que al principio de la temporada parecía que tenía mejor acomodo sobre él que el propio Max Verstappen, pero con el paso de la temporada 2022 las cosas han cambiado.
Con las actualizaciones que Red Bull ha colocado en sus autos, al neerlandés le han favorecido, pero al mexicano no tanto, al grado que el mismo Pérez ha asegurado no sentirse cómodo previo a las carreras que ha disputado en las últimas fechas.
Es por ello que Christian Horner, jefe de la escudería austriaca, se reunió hace poco con el nacido en Guadalajara, con el objetivo de conocer la inquietudes del mexicano con su monoplaza para así saber qué es lo que necesitan para poder volver a poner en ritmo al de Jalisco.