(EL UNIVERSAL).- Terminó el fin de semana, el país vive como todo el mundo la pandemia del Covid-19, pero parece que hay algunas personas que la olvidan cuando se trata de asistir o ver de cerca a sus equipos deportivos.
En el caso de Necaxa, en Aguascalientes, el viernes en el arranque de la Jornada 2 del Clausura 2021, se permitió el ingreso de un sector de aficionados al estadio Victoria. Mientras el partido se desarrollaba, el semáforo epidemiológico cambió y volvió a color naranja. Dentro del inmueble algunos asistentes portaron el cubrebocas, pero no todos de la forma correcta. Dicho encuentro finalizó con triunfo 1-0 para los Rayos sobre el Atlético de San Luis.
El sábado, en la Ciudad de México, un puñado de aficionados del Cruz Azul asistieron al hotel de concentración del equipo, previo al partido ante Puebla. En el lugar, los seguidores celestes gritaron y exigieron a los futbolistas resultados positivos. Sin distanciamiento social y en algunos casos con el cubrebocas mal puesto, se realizó esta protesta contra La Máquina. Incluso, cerca del estadio Azteca al camión del equipo le aventaron huevos.
Ese mismo día, pero más tarde, en Monterrey, los aficionados hicieron recibimiento a los Rayados cerca del estadio BBVA. Con pirotecnia, sin sana distancia, sin cubrebocas y entre cánticos y banderas alentaron a su equipo previo al partido que enfrentaron ante el América y que terminó con victoria para los de Javier Aguirre.
El domingo también hubo un foco de atención. En el juego entre Yaquis y Tomateros una persona, con el cubrebocas mal colocado, se acercó a los beisbolistas para felicitarlos y saludarlos tras la victoria del equipo de Obregón sobre los de Culiacán. No es la primera vez que en la Liga Mexicana del Pacífico se rompen los protocolos de sanidad.