Monseñor Alberto Rojas, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Chicago, fue el encargado de recibir a la numerosa peregrinación de las cinco de la tarde en la Catedral Basílica de Aguascalientes, durante el quinto día del Quincenario en honor a la Virgen de la Asunción.
Fieles de las parroquias de Loreto, Villa García, Tierra Blanca y Los Campos, de Zacatecas, así como de Asientos, Villa Juárez y Jaltomate, conformaron la peregrinación.
Durante la homilía el Obispo Alberto Rojas comentó que él es originario de Calvillo, por eso para él siempre es un gusto regresar y participar en el Quincenario de la Virgen María Santísima de la Asunción.
Haciendo una reflexión explicó que Dios quería un pueblo nuevo, con un corazón de carne, no de piedra, y preguntó “¿por qué creen que algunas personas tienen el corazón de piedra?” Él mismo contestó: “porque les hace falta Dios. Cuando envió a su hijo, Él prometió amor y liberación del mal. Él quería una tierra, que realmente es la Gloria de Dios, por eso es tan importante avanzar juntos, porque Dios nos creó como su pueblo, porque cuando nos separamos, perdemos; pero cuando estamos juntos somos fuertes, en el cuerpo y la sangre de Cristo espiritualmente glorificamos al Padre”.
Después dijo que estos quince días nos sirven para venerar a la Madre de Jesús, no adorarla, porque sólo se adora a Dios. Y resaltó: “Es grato ver tantas hermosas alabanzas, cantos, comuniones. El peregrinar ahora hasta este santo recinto es algo verdaderamente espiritual, que nos mantiene fuertes, y así a través de los años se nos van presentando oportunidades para mantenernos espiritualmente unidos a Dios”.
Posteriormente, entró a la Catedral la siguiente peregrinación integrada por los fieles de las parroquias de Santa María Reina, Cristo Redentor, San José de los Pocitos y sus capellanías.