Colombo, 15 feb (EFE).- La decisión del Gobierno de Estados Unidos de prohibir la entrada al país al comandante del Ejército de Sri Lanka, por su supuesta participación en una serie de asesinatos extrajudiciales, provocó este sábado reacciones encontradas en el país asiático.
Se trata de la primera sanción internacional de este tipo contra las autoridades de Sri Lanka por su actuación durante la guerra civil contra los Tigres Tamiles (LTTE), hace más de una década.
«La imposición de una prohibición de viaje al comandante del ejército Shavendra Silva y su familia inmediata es lamentable y desafortunada. Es uno de los heroicos comandantes de campo que encabezó el esfuerzo nacional para erradicar el terrorismo», indicó en Twitter el excandidato presidencial y opositor Sanjit Premadasa.
Las acusaciones al teniente general corresponden al periodo de una contundente ofensiva contra los Tigres Tamiles que puso fin en 2009 a 26 años de guerra civil entre el Ejército y la guerrilla, dirigida por el entonces presidente, Mahinda Rajapaksa.
Silva asumió el cargo después de que el pasado noviembre tomase juramento el nuevo presidente del país, Gotabaya Rajapaksa, hermano de Mahinda Rajapaksa.
La sangrienta operación militar contra los Tigres Tamiles que causó la desaparición de al menos 23.000 personas, según las denuncias recibidas por la estatal Oficina de Personas Desaparecidas de Sri Lanka, estuvo dirigida por Mahinda Rajapaksa y el ahora presidente, Gotabaya Rajapaksa, que entonces ejercía como secretario de Defensa.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, dijo ayer que la decisión de imponer la restricción de viaje se tomó después de estudiar las denuncias «documentadas por Naciones Unidas y otras organizaciones».
Según el secretario de Estado estadounidense, la medida se tomó en base a información creíble de su participación en «ejecuciones extrajudiciales cometidas por la 58ª División del Ejército de Sri Lanka durante la fase final de la Guerra Civil de Sri Lanka en 2009».
La medida fue celebrada hoy por activistas del país insular y organizaciones para la defensa de derechos humanos como Human Rights Watch.
«Esta noticia es especialmente emotiva para las familias tamiles de desaparecidos que cumplen tres años de su continua protesta en la carretera la próxima semana: muchos de sus seres queridos se rindieron a la 58 división de Silva y nunca más se les volvió a ver. La justicia viene en muchas formas», dijo en Twitter la abogada y activista tamil Dharsha J.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Sri Lanka expresó el viernes su «fuerte objeción» a la medida y dijo que la decisión se basó en «información independiente no verificada».
El Gobierno de Colombo defendió a Silva asegurando que el teniente general fue nombrado comandante del Ejército teniendo en cuenta su antigüedad y que no hubo acusaciones comprobadas en su contra.
«Su ascenso como jefe de Estado Mayor interino del actual presidente, Gotabaya Rajapaksa, fue decidida debido a que es el oficial militar de mayor rango en servicio», señaló en el comunicado el Ministerio de Exteriores esrilanqués.