Hoy, en que se celebra el Día del Médico, en lugar de felicitaciones el gremio recibe condolencias, pues a siete meses de declarada la pandemia en nuestro país, muchos galenos han fallecido en la primera línea del combate contra el temido coronavirus, una enfermedad que llegó para quedarse.
El Sector Salud se encuentra apesadumbrado porque son muchos los héroes que han entregado su vida en cumplimiento de su deber: médicos, enfermeros, enfermeras, laboratoristas, personal de lavandería, de limpieza, en fin, de todos los departamentos que tienen contacto con los contagiados del Covid.
Apenas hace un par de días una enfermera del Instituto de Salud del Estado de Aguascalientes falleció debido a una reinfección, siendo el primer caso en Aguascalientes, y obviamente a nivel nacional, que murió tras haber superado por primera vez la enfermedad contraída en su centro de trabajo. También son investigados otros 14 posibles casos de reinfección en el Estado.
En su reporte nocturno, anoche la Secretaría de Salud federal dio a conocer que tras incrementarse alarmantemente la cifra de contagios en ocho Estados, entre ellos Aguascalientes, donde la movilidad ya está casi en un nivel normal, es que se ven visos de que el rebrote ya está prácticamente en el país; incluso ayer se dio a conocer que Chihuahua es el primer Estado en retroceder al semáforo rojo epidemiológico, ante un repunte extraordinario de casos y la ocupación máxima de hospitales.
Llamadas de atención de todas las autoridades no han hecho mella en el ánimo de la población, que por lo menos en Aguascalientes insiste en seguir una vida casi normal, olvidando que pasamos por una crisis sanitaria a nivel mundial.
Esta pandemia, en la que cualquiera puede estar contagiado, no es tomada en serio hasta que un familiar o amigo se enferma y pasa momentos de dolor e incertidumbre, ese miedo a no superar un padecimiento en el que la ciencia está prácticamente en pañales.
Nuestro país incluso ya pagó un lote anticipado de vacunas contra el coronavirus, un biológico que todavía no existe y no se ve para cuándo será comercializado, pues en su desarrollo han ocurrido incidentes que lo hacen inviable, por el momento.
Y para colmo, preocupa que una vacuna que sí existe y que ante el inminente invierno donde las enfermedades respiratorias se recrudecen se exhorta a inmunizarse, ante la demanda ha sido racionada y aplicada sólo a niños, senectos y población vulnerable.
En fin, es un tema que va para largo y no se ve una solución a largo plazo, pero que, aunque suene repetitivo, depende de nosotros frenar la propagación de una epidemia que se está llevando por delante, lamentablemente, a los profesionistas que la atienden en la línea de fuego.