Aguascalientes, Ags.-La estrategia oficial para prevenir y combatir el sobrepeso y la obesidad ha resultado fallida, pues este delicado problema de salud pública que afecta a más del 70 por ciento de la población mantiene un crecimiento constante, al grado de que niños desde los seis años ya están desarrollando esta patología que impacta en la calidad de vida.
Luego de que ayer se conmemoró el Día Mundial de la Obesidad, las instituciones del Sector Salud, como es el caso del IMSS, ISSSTE y Secretaría de Salud, reconocieron que lejos de ceder permanece en constante evolución el problema de la malnutrición y el exceso de peso, debido a una serie de factores, empezando por los malos hábitos alimenticios y el sedentarismo.
En el marco del Día Mundial de la Obesidad, se reveló por el Seguro Social que el sobrepeso y la obesidad cada vez se identifican a más temprana edad, pues los menores afectados están en el rango de seis a ocho años, mientras que el grueso de pacientes que llegan para tratamiento son adolescentes, entre 13 y 15 años.
Asimismo, se indicó que de acuerdo con estudios a nivel mundial, se ha comprobado que el peso de la madre durante la gestación puede ser factor de riesgo para obesidad, por lo tanto, la alimentación se debe cuidar desde que el niño está en el útero de su madre y ella debe cuidarse antes de embarazarse.
Para tratar de revertir este delicado problema de salud, es fundamental el papel del nutriólogo, quien orienta a los padres y pacientes con menús de alimentación fijos en calorías, a fin de que los menores tengan un crecimiento y desarrollo armónicos de acuerdo con su edad, y al mismo tiempo les ayuden a bajar de peso.
Adicionalmente, el IMSS está buscando incorporar a educadores físicos para enseñar a la población a realizar ejercicio en casa, no sólo cuando acuden a un deportivo o a una clase, sino hacer ejercicio cotidiano durante 30 a 60 minutos para tener un gasto calórico.
Cuando el niño con obesidad no tiene complicaciones metabólicas como diabetes tipo dos, hipertensión o hígado graso, es vigilado por su médico pediatra o familiar, para que continúe con un plan de alimentación sano a lo largo de su vida.