Pues, que siempre no: las autoridades recularon y ya no habrá aumento a las tarifas de los taxis y las combis, pues se infiere que los concesionarios están viendo la tempestad y no se hincan.
Aunque por otro lado es entendible, ya que la gasolina está cada día más cara, con un litro de gasolina rozando los 26 pesos en algunas estaciones de servicio, particularmente en la zona norte de la ciudad, por lo que este aumento y muchos más vendrían en cascada, pues aunque prometa el Presidente que ya no habrá más gasolinazos, el asunto de la guerra y muchos otros factores hacen casi imposible que se detengan los incrementos y en el del transporte urbano se antoja casi imposible.
Dicen las autoridades que el tema de salud como es la pandemia del Covid-19, que por cierto aseguran una vez más que está bajo control, y los consecuentes problemas económicos que ha traído esta situación, es que hacen inviable los aumentos, ya que aseguran que no están dadas las condiciones para que la ciudadanía tenga que pagar más por un pasaje, algo en lo que coincide la mayoría, aunque a despecho, todo ha subido en los últimos tiempos.
Se supone que este negocio dejaría de ser rentable para sus dueños ante todas las complicaciones en el horizonte, aunque a su favor y a pesar de los pesares, que incluyen aumentos en los combustibles, en los insumos y en prácticamente todas las áreas, tienen una enorme área de oportunidad y ganancia: poseen un público cautivo, pues son miles los usuarios que utilizan este servicio, ante la falta de un medio de transporte propio.
Tema aparte son son las condiciones de los taxis y combis, y aunque se supone que estos vehículos pasan revista, hay todavía uno que otro que suena más que un cascabel, por no mencionar los camiones urbanos, que dan pena ajena, no todos, claro, pero la mayoría sí.
Además, el pleito que traen los concesionarios con las autoridades hace inviable una mesa de negociación para un incremento en la tarifa de los camiones, pero tal vez esto no se pueda prolongar más, pues nadie tiene negocio para perder dinero.
Esta decisión puede tomarse como desventajosa para los concesionarios de autos de alquiler, pues tienen una enorme competencia con las plataformas y aunque no toda la gente trae celulares modernos que permitan descargar aplicaciones, los que sí pueden hacerlo prefieren pedir un servicio de transporte que llegue a su destino, que esperar en las calles a que algún taxista le haga el favor de subirlo, ya que aunque no lo crea, algunos choferes todavía se ponen sus moños y con varios argumentos se niegan a dar el servicio.
Y los concesionarios de taxis se podrán quejar, pero todos sabemos que en abril siempre hacen su agosto, pues con el regreso de la Feria Nacional de San Marcos se cobra de acuerdo a la demanda, y aunque dueños y autoridades aseguren lo contrario, los choferes apagan el taxímetro y dependiendo el sapo es la pedrada, ya que imponen sus tarifas, aunque ya sabemos que cuando se anda de fiesta en lo que menos se piensa es en cuidar la economía, por lo que el usuario toma el carro y pagará lo que sea por llegar a su destino.
Además, ojo por ahí, se sabe que algunos dueños de concesiones ya andan vendiendo los permisos que hace un año les entregaron, lo que se supone no se debería hacer, pero como sabemos, medio mundo hace caso omiso a las leyes, aunque se supone que de comprobarse, los permisos les serían retirados.
En fin, esta vez no están dadas las condiciones para un aumento en las tarifas, por lo que esta papa caliente será enviada a la cancha de la nueva administración, pues el actual gobernador ya está prácticamente de salida y obviamente no se iba a buscar un problema más de los que actualmente tiene.