CIUDAD DE MÉXICO (EL UNIVERSAL).- Aún con la pandemia, las remesas registradas oficialmente a países de ingresos bajos y medios alcanzaron los 540 mil millones de dólares en 2020, es decir 1.6% por debajo del total de 548 mil millones de dólares de 2019, según el último Informe sobre migración y desarrollo del Banco Mundial (BM).
Sin embargo, dichos flujos sirvieron de salvavidas para los pobres que fueron los más afectados por la crisis provocada por Covid-19, señaló.
Estimó que dada la expectativa de crecimiento mundial, se espera que los flujos de remesas a los países de ingresos bajos y medios aumenten en un 2.6% a 553 mil millones de dólares en 2021 y en un 2.2% a 565 mil millones de dólares en 2022.
Aseguró que pese a Covid-19, los flujos de remesas se mantuvieron resistentes en 2020, registrando una disminución menor que la proyectada anteriormente.
Ponderó que la reducción no fue tan severa como la registrada durante la crisis financiera mundial de 2009 cuando cayeron 4.8%.
Tampoco como la caída de la inversión extranjera directa (IED) hacia países de ingresos bajos y medios, que, excluyendo a China, se desplomaron más del 30% en 2020.
Como resultado, los flujos de remesas a países de ingresos bajos y medios superaron la suma de la IED de 259 mil millones de dólares y la asistencia para el desarrollo en el extranjero por 179 mil millones de dólares en 2020.
De acuerdo con el reporte del BM, los principales impulsores incluyeron el estímulo fiscal que resultó en condiciones económicas mejores de lo esperado en los países anfitriones.
También, un cambio en los flujos de efectivo a canales digitales y de canales informales a formales, y movimientos cíclicos en los precios del petróleo y los tipos de cambio.
Se cree que el tamaño real de las remesas, que incluye los flujos formales e informales, es mayor que los datos reportados oficialmente, aunque no está claro el alcance del impacto de Covid-19 en los flujos informales, señaló.
«Dado que Covid-19 sigue devastando a familias en todo el mundo, las remesas continúan proporcionando un salvavidas fundamental para los pobres y vulnerables», dijo el director de la Práctica Global de Protección Social y Empleo del BM, Michal Rutkowski.
Consideró que las respuestas de políticas de apoyo, junto con los sistemas nacionales de protección social, deben seguir siendo inclusivas para todas las comunidades, así como también para los migrantes.
Las entradas de remesas aumentaron en América Latina y el Caribe 6.5%; en Asia Meridional 5.2% y Oriente Medio y África del Norte 2.3%.