México, 5 nov (EFE).- El cantante mexicano Juan Manuel Torreblanca siempre ha sido un icono de la modernidad y del aperturismo en la música mexicana, y en esta ocasión se unirá a la artista Renee Goust el 30 de noviembre en un concierto porque le recuerda por qué hace lo que hace.
Después de su retirada temporal de la música en 2017 tras 9 años como líder de la banda que llevaba su nombre, el cantante supo que tenía que mutar para volver y decidió acercarse más a su intimidad y a sus vivencias, algo en lo que se inspiró por artistas como Goust.
«Gravito mucho hacia artistas como Renee porque me recuerdan por qué hago lo que hago. Me fortalecen ante la inseguridad y el miedo a no poder mantener vivo y autosustentable el proyecto», expresó en la presentación del concierto que tendrá lugar en el foro El Cantoral de Ciudad de México.
Ella se hizo popular en 2016 con una canción viral de su autoría, «Cumbia Feminazi», con la que la red descubrió sus dotes vocales y la ubicó dentro de la canción de autor de protesta social, genero en el que ahora sigue desarrollando su música ya que siente que «hace falta cantarle a ciertas personas».
El pasado 29 de junio Torreblanca hizo su reaparición en el icónico Zócalo capitalino como parte del festejo de la marcha del orgullo LGBT, donde presentó por primera vez en vivo la canción «Maricón», que daba indicios del camino que ahora seguirá, más cercano a lo social.
«Es duro regresar a la batalla de hacer música. La pausa de Torreblanca fue por causas personales. (…) Da miedo porque es diferente, pero es bueno que se abra la sensibilidad ya que tengo muchas nubes negras pero también arcoíris dentro. Mi yo niño y adolescente reprimido tiene ganas de que sea mas colorido», explicó el mexicano.
A mediados de este mes publicará «Amar mejor», un proyecto «apasionante» que tiene que ver con cómo cuestionamos el amor en el presente».
Y precisamente este tipo de visiones lo acercan a la música de Goust, quien trata en sus canciones temas como el amor libre, el colectivo lésbico, gay, bisexual y transexual (LGBT) o la violencia sistemática contra las mujeres en un país en el que cada día 10 mueren asesinadas.
«En la radio todo el mundo canta a todo el mundo. Mi misión es dar voz a esas personas menos representadas y mi estrategia es ser sincera y honesta, escribir sin tratar de poner una capa a las cosas, ser lo mas cruda posible y a veces vomitar las palabras al papel», detalló la joven, quien vivió su infancia entre México y Estados Unidos, aunque ahora reside en Nueva York.
En cuanto a la idea de que su música se mueva hacia lo «mainstream», Torreblanca consideró que no sabe si eso puede suceder, ya que aunque tiene una canción que compuso junto al cantautor Leonel García que suena «muy popera», no necesariamente sonará así para el público.
«No tengo una gran disquera atrás, no tengo millones de dólares, no se si lo vamos a lograr en ese sentido (hacia lo «mainstream») pero sí hay una ambición de hacer el mejor disco posible y de que haya reconocimiento aunque ese no sea el motivo por el que lo hacemos», precisó el cantante.
Durante la presentación del concierto materializaron, solamente con sus instrumentos y sus voces, esta conexión de la que hablaron ambos artistas, a pesar de la notable diferencia en sus estilos.