La industria gastronómica vivió ayer su mejor jornada en lo que va del año, pues los restaurantes se saturaron e incluso hubo filas y listas de espera por la celebración del Día de la Madre.
A la hora del desayuno, la comida y la cena misma, los restaurantes lucieron rebosantes de comensales, pero sobre todo de madres, que se dejaron consentir por los hijos y la familia en un día tan especial y significativo para los hidrocálidos.
“Nos recuperamos después de que en feria nos fue como en feria porque cayeron las ventas; ahora hasta fila hubo para ingresar a la mayoría de los desayunadores y restaurantes del centro”, mencionó uno de los empresarios del ramo que se tuvo que fletar en la jornada para apoyar a cocineros, meseros y demás personal de los establecimientos gastronómicos que no paraban en su actividad.
En restaurantes lo mismo de la zona del Encino que del centro de la ciudad o de la zona dorada del norte e incluso del sur, se observó la misma escena por la mañana, tarde y noche: establecimientos repletos de personas festejando a las madres.
Fue tal la demanda de alimentos y de bebidas refrescantes para calmar el calor, que los llamados merenderos y algunos antros aprovecharon la ocasión para iniciar actividades mucho antes del horario normal, con la seguridad de que el lleno estaba garantizado y que habría no solo buenas ventas, sino que los meseros también tendrían una jornada ajetreada, pero también bien compensada por las propinas de quienes le hicieron el día a las madres.
Otro de los giros de alimentos que tuvo una alta demanda de servicio fue el de las pizzerías y de los negocios enfocados a la preparación y venta de pollo, hamburguesas y no se diga los de comida especializada como la italiana, china, colombiana e incluso la venezolana, donde faltaron manos, mesas y comida para atender lo más rápido posible a los comensales y a las festejadas.
En términos generales, los dueños de los restaurantes y los meseros coincidieron en señalar que este Día de la Madre fue diferente al de años atrás, pues con todo y que la gente venía gastada de la Feria, no hubo reparo para ofrecerle como regalo a las madres una buena comida, lo que dio como resultado que se haya tenido la mejor jornada en afluencia y ventas en los establecimientos de alimentos, aunque se aseguró que es muy difícil estimar la derrama que generó este día especial.
Restaurantes atiborrados por el Día de la Madre.