Monterrey (México), 29 abr (EFE).- Un duro desafío para llegar a tiempo a su empleo enfrentan miles de ciudadanos del norteño estado mexicano de Nuevo León por las restricciones en el transporte público durante la emergencia por el coronavirus.
Entre largas filas y unidades saturadas, los usuarios sólo pueden usar el transporte público cinco horas en la mañana y seis horas en la tarde-noche, por las restricciones en el metro y los autobuses urbanos establecidas por el gobierno estatal.
Para no tener que regresar caminando a su casa, Ana Esteban, esperaba puntualmente a las 15.00 hora local (20.00 GMT) que el metro Cuauhtémoc, en el centro Monterrey, capital del estado, abriera sus puertas.
«Ayer yo no sabía que no iba a haber metro y ni peseras (furgonetas) y me vine caminando», relató a Efe la habitante del municipio de García, a más de 30 kilómetros de la capital.
Ni los trabajadores del metro fueron tomados en consideración ante el endurecimiento de medidas, ya que aún deben transportarse a sus empleos, antes y después de que el metro cierre sus puertas.
«Ahorita nada más para venir o tomas taxi o nos venimos caminando y nos vamos caminando», expuso a Efe un empleado del Metrorrey que solicitó el anonimato ante el temor de perder su trabajo.
«Yo le estoy contando lo que toda la gente quisiera contarle porque no se tomó en cuenta a los trabajadores», comenta este empleado.
Divididos en tres turnos de 8 horas, los trabajadores no cuentan con una transportación especial para dirigirse a las 32 estaciones del Metro de Monterrey.
Noé Chávez, director del Instituto de Movilidad de Nuevo León, aseguró a Efe que los trabajadores del Metro «no tienen ningún problema» y celebró que con esta nueva restricción se redujo la movilidad en el estado.
«Ellos llegan aquí a las estaciones porque todos los empleados del metro están ubicados cerca de su trabajo»;, sostuvo.
Miguel Garduño, técnico de una empresa de comunicaciones, calificó la medida como «ignorante» por no tomar en cuenta las realidades de miles de empleados de sectores esenciales que ahora también lidian con las aglomeraciones en las unidades de transporte.
«Hay lugares como (el municipio de) San Pedro donde se están restringiendo las entradas para hacer ciertos trabajos a algunos trabajadores y si tú entras ahí al municipio hay gente corriendo, en bicicleta, sin ningún tipo de seguridad», señaló.
«Ayer íbamos en los camiones bien llenos, casi unos encima de otros», dijo a Efe María de los Ángeles Manzanares, quien toma dos autobuses para llegar a su trabajo de cocinera en San Pedro, donde desde la semana pasada se prohibe la entrada a las personas por su aspecto físico o el auto en el que se desplazan.
Nuevo León también ha destacado nacionalmente con medidas adelantadas para evitar la propagación de COVID-19, como el cierre de comercios y plazas públicas, el uso obligatorio de cubrebocas, la instalación de filtros sanitarios y el servicio de pruebas «drive tru».
Hasta el 28 de abril, en Nuevo León se han confirmado 14 defunciones y 646 contagios, 313 validados por el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (INDRE) de la capital mexicana.
El país acumula 16.752 casos y 1.569 fallecidos.