“Cuando se trata de cierto tipo de asunto
de Gobierno, todo depende del comienzo”.
Don Quijote de la Mancha
La trampa estaba hecha, sólo faltaba activarla. El artículo 35 de la Constitución establece en su fracción novena la figura de Revocación de Mandato a partir de la pérdida de confianza; faltaba reglamentarla, por lo que el presidente López Obrador expidió el 14 de septiembre del año 2021 la Ley Federal de Revocación de Mandato. López Obrador quería someterse al referéndum, sólo él sabía las intenciones, pues fue votado por seis años. Para los partidos políticos cambiar de jinete a mitad del río era más que peligroso, por lo que le hicieron el vacío a la petición de AMLO.
Había un inconveniente en la ley reglamentaria, el Presidente no la puede solicitar, debe ser el pueblo, así lo publicó él mismo en su decreto: “…será convocado por el Instituto Nacional Electoral a petición de los ciudadanos y ciudadanas, en un número equivalente, al menos, al tres por ciento (2.7 millones de firmas) de los inscritos en la lista nominal de electores, siempre y cuando en la solicitud correspondan a por lo menos diecisiete entidades federativas y que representen, como mínimo, el tres por ciento de la lista nominal de electores de cada una de ellas”.
Para alcanzar el porcentaje de ley, AMLO ordenó a sus huestes morenistas convocar en todas las plazas públicas a firmar la solicitud, movilizó a su partido y gobernadores, quienes lograron el porcentaje solicitado incluidos los muertos. El INE detectó 704 firmas de personas presas y 17 mil 776 muertos que ‘firmaron’ por la revocación.
Otra trampa fue sembrada por la bancada morenista en el Congreso, a la solicitud de presupuesto del INE, le recortaron 4 mil 913 millones de pesos sin que la oposición pudiera hacer algo; el INE respondió ajustando el número de casillas para la revocación a un tercio de las que se planteaba. La medida dio pauta a que el Presidente planteara la desaparición del ‘costoso’ INE, y que los consejeros sean ‘nombrados’ por el pueblo, a mano alzada, de una propuesta de sesenta candidatos, de los cuales veinte serán propuestos por el Presidente.
El laboratorio para el 2024 vendría con la modificación al término del ejercicio democrático, las huestes morenistas llamaron ‘ratificación’, a la revocación, y se volcaron a promover una serie de mentiras de lo que sucedería si no votaban por AMLO. Si no votas las vacunas ya no serán gratis, si no votas se acabará la pensión.
La desesperación de los guindas surgió cuando el PRI les volteó bandera, de ser aliados en la elección del 2018 porque les otorgaron entre 13 y 15 millones de votos, razón por la que López alcanzó la cifra histórica de 30 millones que presume, ahora el PRI está sumado al PAN y al PRD; comenzó entonces la ‘operación 2024’, gobernadores, funcionarios y partido salieron a promover la revocación abiertamente, violando ostensible y flagrantemente la ley.
El caso más sonado fue el del secretario de Gobernación, Adán Augusto López, que acudió a dos estados del norte a promover el voto a favor e instruir a los gobernadores a entregar buenas cuentas, al evento acudió acompañado del titular de la Guardia Nacional, utilizando un avión de la Guardia, negando después que haya sido así. Por su parte, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México no se quedó atrás, descalificando a los consejeros del INE realizó un evento apoteótico con acarreados para promover la revocación -‘ratificación’- violando abiertamente la ley.
Otro delito se cometió cuando casi todas las ciudades del país fueron tapizadas de espectaculares presuntamente patrocinados por una organización integrada por 454 ciudadanos llamada ‘Que Siga la Democracia’ identificada con MORENA. La resultante fue la presentación de 186 quejas por faltas y violaciones a la ley porque en estados como Chiapas, Guerrero, Veracruz y Tabasco, gobernados por MORENA, hubo casillas donde votó más del 100 por ciento del padrón.
A pesar de la enorme auto promoción gubernamental los resultados fueron magros, 16 millones 502 mil 636 ciudadanos acudieron a votar, equivalente al 17.77 por ciento del listado nominal; AMLO perdió 14 millones de votos respecto al 2018, y midió su verdadera capacidad de movilización, pero el secreto de la ‘operación 2024’ estriba en la capacidad de resolución que tenga la FEDE (Fiscalía Especializada en Delitos Electorales) a la cascada de denuncias y quejas, tomando en cuenta que su titular es José Agustín Ortiz Pinchetti, identificado con el morenismo por simple botón de muestra; fue elegido secretario para el Fortalecimiento de Ideas y Valores Morales, Espirituales y Cívicos del Comité Ejecutivo Nacional de MORENA para el período 2012-2015, además de que su esposa Loretta Ortiz Ahlf fue designada por el Senado como ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
La ‘operación 2024’ tiene como objetivo medir la capacidad de respuesta de las instituciones, los partidos de oposición, los Medios de Comunicación y la comentocracia.