Pudiera ser que el riesgo al que están sujetos las y los candidatos es que se encuentren vinculados con la delincuencia organizada, porque se debe comprender que los malosos quieren tener a su gente más cercana en el ámbito del poder, manifestó el analista político Salvador Farías Higareda.
En este sentido señaló que la solicitud de protección o contratación de guardaespaldas ya dependerá de los pecados personales de cada candidato a ocupar puestos de elección popular como alcaldías, al Senado o a la Cámara de Diputados a nivel federal.
Aseguró que los candidatos que han sido asesinados es porque le pisaban los cayos a la delincuencia organizada y no eran parte de su gente, y dijo que normalmente los aspirantes no son los que se encuentran en la punta de la pirámide y son los de abajo, los que se encargan de realizar el trabajo sucio.
Totalmente es un riesgo ser candidato o candidata, porque se ponen al escrutinio de la población y quizá entre algunas personas no exista una aceptación; “son vulnerables como cualquiera, ya que han matado empresarios”, indicó.
Además Farías Higareda comentó que entre los mismos militantes de los partidos siempre existirán rencillas al momento de la designación de las candidaturas rumbo a una elección, “la pregunta es, ¿hasta qué grado llegas a molestarte con la designación de otras personas?”, cuestionó.
Finalmente subrayó que ya cada candidato conoce y debería saber cuál es su oscuro pasado y los riesgos que corre su vida, como para solicitar o no la protección durante una campaña electoral; “los candidatos son como los alcohólicos, ellos deciden tomarse el tequila”.
El apetito de poder es el deseo de tenerlo cada vez más y más, por lo que mencionó que el poder siempre se encontrará atrás del trono.