El caso Odebrecht, sinónimo de corrupción, ayer dio un nuevo giro en México.
Se dio a conocer, mediante pesquisas de la Fiscalía General de la República, que Gilda, hermana del defenestrado ex-director de Petróleos Mexicanos, Emilio Lozoya Austin, recibió millones de dólares de esta empresa, vía sobornos, lo que viene a darle un giro al caso.
Y todo cambia, porque Emilio Lozoya, quien aparentemente recibe un trato preferencial por otorgar información privilegiada, chivatón, pues, acusa a diestra y siniestra con dedo de fuego a sus ex-compañeros durante el sexenio de Enrique Peña Nieto: Luis Videgaray, José Antonio Meade, Rosario Robles, y los que vayan saliendo; y ahora no tendrá cara para seguir defendiendo a su familia, pues recordemos que su madre está arraigada en Alemania por aparentemente también recibir dinero no claro por favores recibidos de su hijo hacia directivos de la empresa brasileña.
El caso Odebrecht, recordemos, es una investigación del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, junto con otros 10 países más de América Latina, sobre la constructora brasileña Odebrecht, en la que se detalla que la misma habría realizado sobornos a presidentes, ex-presidentes y funcionarios del Gobierno de 13 países: Angola, Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, México, Mozambique, Panamá, Perú, República Dominicana y Venezuela, durante los últimos 20 años para obtener beneficios en contrataciones públicas, y las investigaciones en algunos de esos países han tirado del poder a mandatarios: Pedro Pablo Kuczynski, Alan García, Alejandro Toledo y Ollanta Humala, de Perú; de Brasil los últimos tres mandatarios: el popular Lula, Dilma Rousseff y Michel Temer; de Colombia, Juan Manuel Santos; de Panamá, Ricardo Martinelli, y párele de contar, y mucho se especula que este caso de corrupción al más alto nivel sea el que logre que el ex–presidente de México, Enrique Peña Nieto, sea investigado y llevado a juicio, pues uno de sus funcionarios consentidos en su Gobierno, Emilio Lozoya, si cae por este caso, seguramente no lo hará solo; por lo pronto, su familia está en la línea de fuego, ahora sólo habrá que esperar y tal vez Lozoya pierda la inmunidad que le han dado.
Lo que resulte de las investigaciones cimbrará al país, ya se verá, pues se presagia una tormenta de grandes dimensiones.