Viena, 10 jun (EFE).- Pesa 820 gramos, tiene unos 4.500 millones de años de edad y se llama «San Salvador River» («Río San Salvador», en español). Es el primer meteorito oficialmente encontrado en Uruguay, incluido en la lista de la Sociedad Meteorítica y que está a la espera de ser expuesto en un Museo en el país sudamericano.
Este aerolito, de color marrón y unos 13 centímetros de largo, fue encontrado en 2015 por el coleccionista local Rolando Bianchi Cendón en un campo cerca del río, a 11 kilómetros al sureste de la ciudad de Dolores, en el Departamento uruguayo de Soriano.
Ludovic Ferriere, científico del Museo de Ciencias Naturales de Viena (NHM), es el responsable de que este hallazgo se encuentre desde abril pasado en la lista oficial de meteoritos.
«Es imposible saber cuándo cayó en la zona de Dolores, pero estimo que fue hace varios siglos», dice el experto francés.
CONFIRMACIÓN DESDE EUROPA
«Estaba en la zona buscando otros cráteres de impacto de meteoritos. En mis viajes, siempre pregunto por coleccionistas y expertos locales. Así conocí a Rolando, un pintor y coleccionista aficionado de piedras y otros artefactos», recuerda Ferriere.
«Entre sus cientos de piedras, hallé una que era visiblemente diferente a las demás, que pesaba más que una piedra común y que era magnética. Claramente un meteorito», explica en declaraciones a Efe.
Ferriere es comisario jefe de la colección expuesta de meteoritos más grande del mundo, cuyos 1.100 objetos están integrados en el museo NHM, una institución fundada a mediados del siglo XVIII.
CAZADOR DE CRÁTERES
El apasionado científico de 37 años de edad es todo un «cazador» de cráteres y meteoritos, siempre a la búsqueda de rastros de nuevos aerolitos y nuevos cráteres en todo el mundo.
Sus misiones científicas, a veces al estilo de «Indiana Jones», lo han llevado en los últimos años a todos los rincones del planeta, más recientemente a África occidental.
Allí, justo antes del estallido de la pandemia del coronavirus, Ferriere pasó cinco días en una cárcel tras ser acusado de espionaje por haber supuestamente cruzado ilegalmente la frontera entre Gabón y Congo Brazaville.
«Pero al final me dejaron ir, porque pude demostrar que mis imágenes y mapas vía geolocalizador estaban bien y sus mapas convencionales estaban mal», recuerda el científico el episodio.
CINTURÓN DE ASTEROIDES
Mucho más tranquilo se desarrolló el hallazgo del meteorito «San Salvador River», una piedra que proviene del cinturón de asteroides, un disco circunestelar del sistema solar situado entre las órbitas de Marte y Júpiter.
Para poder analizar y catalogar este meteorito, Ferriere cortó con una sierra para azulejos un pequeño trozo y lo trajo a Viena, donde la pieza forma ahora parte de la muestra permanente del NHM.
«Es muy importante reconocer e incluir estas piezas en una colección porque entonces se pueden hacer muchos descubrimientos. Un único meteorito puede decirnos cosas que cambian mucho nuestra forma de pensar», asegura el científico.
POLÉMICA POR OTRO METEORITO
Pero aparte de confirmar la autenticidad del meteorito «Río San Salvador», el francés tiene otra misión en Uruguay: expulsar del catálogo el meteorito «Baygorria», cuya procedencia está en entredicho desde hace años.
Este aerolito de metal, con un peso de unos 80 kilos, está catalogado como uruguayo desde 1996, aunque Ferriere asegura que las pruebas científicas indican que su origen verdadero es Argentina.
«El Baygorria es idéntico a una serie de meteoritos encontrados en Campo del Cielo, en Argentina. Es imposible que se haya encontrado en Uruguay», asegura el experto, quien ha solicitado oficialmente revisar el país de origen de este meteorito.
Según Ferriere, las personas que lo presentaron en su momento como uruguayo son «bandidos», teniendo en cuenta que según la legislación argentina, es ilegal sacar un meteorito del país.
El Baygorria, supuestamente encontrado en la ciudad del mismo nombre en 1994 por dos hermanos, se encuentra actualmente en una colección universitaria en Estados Unidos.
METEORITOS MUY VALIOSOS
La ciencia ha registrado hasta ahora más de 70.000 meteoritos a nivel mundial, de ellos 1.817 en Sudamérica, sobre todo en Chile (1.700), Argentina (80) y Brasil (77).
Algunos súper millonarios han empezado a coleccionar meteoritos como inversión, o simplemente para impresionar a sus colegas y amigos, cuenta Ferriere.
«Los meteoritos son mejor que el arte. El arte ya es aburrido, con meteoritos pueden ampliar su colección. Por eso, para los museos es a veces difícil hacernos con nuevos meteoritos», asegura.
Los meteoritos más valiosos son las piedras y rocas expulsadas desde la Luna o de Marte. Su precio puede ser de decenas o incluso cientos de miles de euros o dólares.
El «San Salvador River» no se encuentra en esa categoría, y su descubridor, Rolando Bianchi, tampoco quiere hacer negocio con él.
«Su único deseo es que se exponga en un museo de Dolores», asegura Ludovic Ferriere. Un deseo que ahora está más cerca de cumplirse después de que se haya catalogado oficialmente el meteorito San Salvador River.
Jordi Kuhs