México, 9 oct (EFE).- La organización Save the Children México hizo un llamado al Gobierno de ese país para prevenir y atender la salud mental de los niños y adolescentes y para que implemente mejores estrategias para la detección y atención de enfermedades de ese tipo.
La organización hizo énfasis en la importancia de prevenir, detectar y atender correctamente las enfermedades y trastornos mentales en este grupo de la población en México.
Previo al día internacional de la salud mental que se celebra el 10 de octubre, la organización resaltó que, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Psiquiatría Infantil, el 50 % de los trastornos mentales del adulto se gestan en la infancia y la adolescencia.
En el caso de México, explicó el organismo, el problema se agudiza debido a que millones de niñas, niños y adolescentes viven en sus hogares castigos físicos humillantes, acoso escolar, abuso o negligencia y abuso de sustancias por parte de los padres.
Todo esto, aunado a la violencia producto del crimen organizado, la corrupción y los altos índices de impunidad, generan estrés tóxico y, como consecuencia, afectaciones a la salud mental.
Además, este tipo de estrés genera una mayor probabilidad de retrasos en el desarrollo cognitivo y afecta los procesos de socialización.
Asimismo, los adultos que de niños experimentaron más adversidad, son también quienes tienen mayores probabilidades de experimentar problemas de salud, como alcoholismo y otras adicciones, depresión, enfermedades cardíacas y diabetes.
Ante este panorama, Save the Children lanzó en 2011 un programa que brinda apoyo psicosocial basado en las artes, orientado a niñas y niños afectados por estrés grave o crónico.
En México, dicho programa está presente en estados como Baja California, Chiapas, Guerrero, Quintana Roo y Ciudad de México y apoya a 13.590 niñas y niños y a más de 240 adultos.
Los objetivos que se plantea este programa son fortalecer la capacidad de niñas y niños para enfrentar situaciones emocionales de impacto, contribuyendo a mejorar sus procesos emocionales y a incrementar la resiliencia.
De igual manera, busca formar al personal que atiende a la niñez en contextos de extrema violencia con herramientas para facilitar sus procesos de sanación y desarrollo pleno.