En la industria panificadora también se ha recurrido a los “paros técnicos” debido a la tendencia a la baja de esta actividad comercial derivado de la situación del incremento en los precios, lo que ha provocado una caída en la producción.
Esta situación ha llevado a hacer ajustes en la producción y también en los precios del pan de manera inusual, ya que hay productos que subieron hasta en un 150 por ciento, aseguró el presidente del Grupo de Industriales Panaderos, Jaime Álvarez.
Hasta el momento no existe el conocimiento de cierre de panificadoras, pero al presentarse una baja en la producción se ha tenido que dar descanso a los trabajadores; lamentablemente en esta temporada de vacaciones también se ha visto una baja del 10 a 15 por ciento en la producción y venta de los productos horneados.
Cabe destacar que los principales retos para los panaderos son los precios altos de la materia prima que se utiliza para la elaboración del pan.
Los trabajadores de la industria “siguen ganando lo mismo y comprando más caro, lo que a final de cuentas repercute en las ventas de nuestros productos”, señaló el dirigente de los tahoneros.
Jaime Álvarez dijo que ahí está el doble reto porque tienen que comprar la materia prima más cara e incrementar los sueldos, para poder seguir sobrellevando la situación con los trabajadores.
Se han incrementado prácticamente todos los insumos, principalmente la harina, que en menos de un año duplicó su precio, en tanto que el aceite vegetal, la manteca, margarina y mantequilla triplicaron su costo, y por su parte el azúcar y el huevo no han dejado de encarecerse, lo que se hace aún más pesado para el sector si se toma en cuenta que también hay aumentos constantes en el precio del gas y gasolina, añadió Jaime Álvarez.
Precisó que en la actualidad los panaderos lo que buscan es mantenerse en el mercado, aunque realmente sus márgenes de utilidad son muy reducidos, mínimos o hasta nulos, ya que únicamente están trabajando para mantenerse dentro de la industria. Esta situación se ha venido presentando desde que comenzó la pandemia, puesto que no había tanto flujo de efectivo en el mercado y lo que vino agravar el problema fue el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.
Finalmente, Jaime Álvarez solicitó el apoyo de las tiendas de abarrotes, restaurantes y hoteles para que sigan consumiendo el pan tradicional, en las panaderías de barrio, ya que es producto fresco y lo que buscan es mantenerse dentro del mercado. Además, hizo un llamado al Gobierno para que los pueda ayudar a salir del bache en el que se encuentran, haciendo promoción y difusión del consumo del pan a nivel local y desmitificar el tema de que el “pan engorda”, ya que lo que les perjudica es la falta de consumo, concluyó.