Se avecina una tormenta con la toma de decisión del nuevo modelo que prestará el servicio de agua potable en la capital, pues el Municipio prácticamente está quebrado e imposibilitado para prestar el servicio, reconocieron regidores capitalinos en la Mesa del Agua de INFOLÍNEA, no descartando la posibilidad de una ventana de transición de al menos dos o tres años, para garantizar el abasto del vital líquido a la población.
En ese tenor, la regidora capitalina Citlalli Rodríguez indicó que, de acuerdo con la auditoría realizada a Veolia, hay actualmente una deuda con Veolia por 228 millones de pesos, aunado a que hay una cartera vencida de 800 millones de pesos, que es imposible para el Ayuntamiento poder solventar, pues está endeudado y no tiene formas de financiamiento.
De inicio al proceso de transición, dijo, se creará aquí un organismo público descentralizado, para que el Municipio pueda recuperar la rectoría en el tema del agua potable.
No obstante, reconoció que es muy complicado que en estos momentos el Municipio se haga cargo del servicio, pues no hay recursos, ya que el 40 por ciento de sus participaciones se tiene topadas por una deuda que se tiene por más de 30 años. Ante ello se analiza una ventana de transición para que Veolia continúe por los siguientes dos o tres años.
Destacó que “hay que tener la posibilidad de esa ventana de transición, porque lo primero que nos debe importar es que los ciudadanos tengan agua, independientemente de quién esté al frente”.
Por su parte, el regidor Gustavo Granados reconoció que se viene una tormenta para el Ayuntamiento capital ante este cambio de esquema, pues si bien se busca aquí un modelo similar al de Sapal en León, la realidad es que en dicha Entidad tuvieron que transcurrir 15 años para que pudieran tener un modelo óptimo para el suministro de agua potable.
Manifestó que en un lapso de seis meses sería prácticamente imposible lograr lo que en León, Guanajuato, se llevaron 15 años.