La industria inmobiliaria es uno de los sectores productivos donde más ha crecido la participación de la mujer en los últimos años, llegando al 41.7% del personal de esas compañías, siendo este un fenómeno que está relacionado esencialmente a la formación y preparación profesional de las mujeres para ese tipo de actividades que conforman el mercado laboral.
La expansión y modernización de la industria inmobiliaria, producto de la evolución que ha tenido el sector en los últimos años, no sólo genera oportunidades laborales en áreas como construcción, arquitectura y gestión inmobiliaria, donde de acuerdo con datos del INEGI, de 2008 a 2019, la industria de la vivienda mantuvo una fluctuación en el empleo, oscilando entre 2.2 y 2.5 millones de puestos de trabajo, además, esta evolución se ve impulsada por la creciente participación de mujeres en roles clave, marcando un cambio hacia una narrativa de equidad de género en un sector históricamente dominado por hombres.
Sobre el particular, directivas de empresas inmobiliarias con presencia a nivel nacional mencionaron que “el trabajo y la profesionalización de las mujeres en la industria inmobiliaria en México ha permitido ocupar más espacios y puestos de liderazgo, sus habilidades y competencias han enriquecido al sector con perspectivas innovadoras, sin embargo, persiste la necesidad de abordar desafíos fundamentales para lograr una mayor representación”.
En ese sentido, se aseguró que aunque la proporción actual de mujeres en roles clave dentro de la industria varía según la región y el sector específico, de acuerdo con datos del INEGI el 41.7% de los puestos de la industria inmobiliaria en México son ocupados por mujeres, lo que destaca la urgencia de implementar medidas para promover la igualdad de oportunidades.
La inclusión de mujeres en roles estratégicos genera cambios significativos en la forma en que se abordan los proyectos inmobiliarios, fomentando una mayor diversidad de pensamiento, creatividad y enfoques.
En un esfuerzo por transformar el panorama y ofrecer oportunidades concretas de crecimiento, así como en respuesta a los desafíos específicos que enfrentan las mujeres en la industria inmobiliaria, como la discriminación de género, la falta de redes de apoyo, la brecha salarial y las limitadas oportunidades de desarrollo.