Por Erick Cortés.- La Universidad Nacional Autónoma de México celebró este lunes el lanzamiento exitoso de la nave Peregrine, de la empresa Astrobotic, que llevaba a bordo la misión «Colmena», un proyecto con el que la máxima casa de estudios pretendía hacer su primera exploración lunar.
Cinco microrobots de 12 centímetros y 56 gramos, creados por 250 alumnos de la UNAM, probarían sus destrezas para trabajar en «enjambre» sobre la superficie lunar, abriendo la puerta a México para el desarrollo de una tecnología única con la cual podría colaborar en la exploración científica espacial.
Sin embargo, unas horas después de su despegue, la NASA anunció que había perdido el control y la comunicación con el Peregrine y que intentarían recuperar el enlace para corregir su rumbo, aunque advertían que las probabilidades de éxito eran bajas, por lo que expresaron su solidaridad con las misiones abordo: «Cada misión es una oportunidad para aprender. Estamos orgullosos de trabajar con nuestros socios para avanzar en la exploración de la Luna».
Fue hasta la noche cuando se lograron restablecer las comunicaciones y Astrobotic dio a conocer que la nave presentaba una pérdida crítica de combustible: «Si los propulsores pueden continuar funcionando, creemos que la nave podría mantener su orientación durante aproximadamente 40 horas», dijo la empresa a través de un comunicado en la red social «X».
Sin embargo, 40 horas de combustible son insuficientes para las seis semanas de viaje hasta la Luna, por lo que no será posible completar ninguna de las misiones que la nave llevaba a bordo.
El proyecto mexicano contó con un presupuesto de 13 millones de pesos provenientes de la Agencia Espacial Mexicana y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, pero para Gustavo Medina, quien dirige el Laboratorio de Instrumentación Espacial de la UNAM, el fallo no es un fracaso, sino que supone un avance del 50% para el desarrollo de una segunda misión.
El Instituto de Ciencias Nucleares de la máxima casa de estudios anunció que los robots harán una serie de pruebas en el espacio profundo, dejando pendientes las tareas en la superficie lunar para la misión «Colmena 2».