CULIACÁN, Sin., septiembre 2 (EL UNIVERSAL).- Una nueva fuga de gas cloro que se utiliza para el tratamiento de agua potable se registró en el ejido Cinco de Mayo del municipio de Ahome, en donde siete personas, la mayoría adultos mayores resultaron intoxicados y vecinos de dos calles a la redonda del incidente tuvieron que abandonar sus hogares.
Este nuevo caso, se escenificó a sólo tres días de que en la colonia Emiliano Zapata, de la capital del estado, un cilindro viejo y en mal estado, liberó una densa nube de esta sustancia altamente tóxica que causó la intoxicación de 29 personas, entre ellos, un bombero, dos paramédicos y un policía, así como la muerte de dos personas.
La Policía Municipal de Ahome recibió el reporte que en una de las calles del ejido Cinco de Mayo, donde se ubican instalaciones de bombeo de agua potable se percibía un fuerte olor, cuya inhalación indirecta causaba mareos y náuseas a las personas.
El personal de seguridad, procedió al desalojo de los vecinos de dos calles a la redonda y los servicios médicos municipales, trasladaron a los hospitales a siete personas, con signos de intoxicación y paramédicos atendieron a otras personas que padecen alteración de la presión por el impacto de la noticia que se dio.
Sobre el accidente en la colonia Emiliano Zapata, en Culiacán, el titular del Instituto Estatal de Protección Civil, Héctor Humberto Félix dijo que se investiga la propiedad del viejo cilindro que contenía gas de cloro, cuya liberación incidental obligó a desalojar de sus viviendas a más de mil personas por seguridad.
La densa nube que se liberó del recipiente, en un taller de herrería, no se dispersó rápidamente en el ambiente, por las condiciones de humedad que prevalecieron en esos momentos, por lo que 29 personas resultaron intoxicadas.
El personal de una de las unidades élite de la Policía Estatal Preventiva que intervinieron en la evacuación de familias y en el control de personas que intentaron acercarse al lugar para saber qué sucedía, tuvieron que ser bañados por bomberos con agua a presión, para eliminar de sus uniformes y cuerpos cualquier residuo de la sustancia.