CIUDAD DE MÉXICO (EL UNIVERSAL).- En el pleno de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, legisladores de oposición y del oficialismo repartieron culpas y acusaciones por el aumento de la violencia en el país y en especial por el asesinato de sacerdotes jesuitas.
En tribuna, Kenia López, senadora del PAN, condenó los asesinatos de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, ocurridos en el municipio de Urique, Chihuahua.
Ante el malestar y gritería de morenistas y sus aliados, exhortó al presidente López Obrador romper el pacto de impunidad que tiene con el crimen organizado, porque ese no es el camino para pacificar al país.
Dijo que la estrategia de «abrazos no balazos» claramente ha sido rebasada y no funciona, porque se ponen del lado de los delincuentes y no del lado de las víctimas y piensan más en los criminales que en las familias mexicanas.
«No hay nada peor que la claudicación del Estado«, subrayó la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos.
«Exigimos al titular del Ejecutivo y a las instituciones del Ejecutivo Federal a que terminen con la política de abrazos no balazos. México ya no puede soportar más sangre. Se ha multiplicado en los hogares el llanto de las familias que sufren por una persona fallecida en casa. Lo dicen las cifras oficiales, mayo es el mes más violento del año, con 2,910 víctimas de homicidio doloso y feminicidio. La administración del presidente López Obrador ha alcanzado 121, 642 asesinatos, superando los 120,463 acumulados en toda la administración del presidente Calderón«.
Recordó que en este sexenio van 3,463 feminicidios, más de 32 mil personas desaparecidas y más de 60 periodistas asesinados.
La senadora por Morena, Gabriela López, argumentó que se viene de la peor época de gobiernos neoliberales que combatían «el fuego con el fuego» y «la violencia con más violencia«.
Aseguró que la situación de inseguridad se agravó durante el periodo del expresidente Felipe Calderón, porque en ese gobierno se «pretendió administrar la paz como si fuera una empresa, vendiendo plazas y vendiendo la ley, de ahí salió García Luna y una política del uso de la fuerza desmedida que derramó sangre y una sociedad marcada por la violencia continúa«.
«La estrategia de seguridad humanista está atendiendo las causas desde la raíz, ya no se criminaliza a los jóvenes ni a los inocentes, hoy se les apoya dándoles mejores oportunidades de desarrollo y no se les maltrata ni se les estigmatiza«, indicó.
Aseguró que el gobierno de López Obrador tiene avances en el combate a la inseguridad.
«Se trabaja con estrategia, con inteligencia y acciones concretas para dar tiros de precisión a las estructuras criminales. Estamos en el camino correcto, porque también estamos combatiendo la corrupción«.
En tanto, el diputado de Morena, Jorge Luis Llaven, llamó a los gobernadores del país a «cerrar filas» para que el enemigo público número uno que es la inseguridad, se combata en equipo y trabajando en unidad.