CIUDAD DE MÉXICO (EL UNIVERSAL).- La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) asignó 721 mil 515 dólares (15 millones de pesos) para la adquisición de 66 ametralladoras y fusiles con municiones y accesorios para sus tropas desplegadas en operaciones contra el crimen organizado en el país.
En el proceso de licitación, la Sedena dejó fuera a las armadoras estadounidenses Barrett Firearms Manufacturing Inc y Colt’s Manufacturing Company, demandadas por México ante una Corte Federal de Boston por presuntamente proveer de armamento a los cárteles y otorgó el contrato a Dillon Aero Inc.
Con base a las evaluaciones técnica y económica, el jefe de la Sección de Adquisiciones Especiales de la Sedena, el teniente coronel Raúl Esparza Gurrola, determinó el lunes pasado adjudicar el contrato a Dillon Aero Inc, con sede en Arizona, «en virtud de haber cumplido técnica y económicamente con lo solicitado por esta secretaría».
«La evaluación económica, fue elaborada por personal perteneciente a la sección de adquisiciones especiales, dependiente de la Dirección General de Administración de la Secretaría de la Defensa Nacional«, señala el fallo publicado el martes en Compranet.
Dillon Aero Inc, que ha «apoyado a más de 6 mil sistemas de armas en 30 países», según su portal de internet, compitió con Barrett Firearms Manufacturing Inc, Colt’s Manufacturing Company, Aeromundo Ejecutivo S.A. de C.V., Amerimex Incorporated, Industrias Tecnos S.A. de C.V., y FN Herstal S.A., por la venta de 33 fusiles automáticos calibre 5.56 milímetros, nueve escopetas semiautomáticas calibre 12 GA, nueve fusiles de precisión calibre 0.50, tres ametralladoras calibre 0.50 para apoyo terrestre, tres ametralladoras calibre 0.50 para apoyo aéreo, seis fusiles de precisión calibre 0.308 y tres ametralladoras con cañón múltiple calibre 7.62 milímetros.
Lo anterior, como parte de la licitación pública internacional especial LA-007000999-E622- 2021 que la Sedena lanzó en junio pasado, antes de que la Cancillería mexicana demandara a 11 fabricantes de armas estadounidenses por presuntamente abastecer a las organizaciones criminales que operan en México y que han dejado miles de muertos.
EL UNIVERSAL publicó hace una semana que las empresas estadounidenses Barrett Firearms Manufacturing Inc y Colt’s Manufacturing Company, dos de las 11 compañías que el gobierno de México demandó ante una Corte Federal de Estados Unidos, buscaban vender al Ejército Mexicano 66 ametralladoras y fusiles.
En la junta de aclaraciones del 23 de julio, Colt’s Manufacturing Company LLC preguntó si los tres fusiles que la licitación señalaba como «cal. 5.56 mm» correspondían a los de calibre 5.56×45 OTAN, a lo que la Sedena respondió que es correcto, porque dichas piezas deberán disparar municiones calibre 5.56×44 mm.
El 30 de julio pasado se realizó la recepción y apertura de proposiciones, a través del sistema Compranet, con la participación de las siete empresas.
La Sedena encabezada por el general Luis Cresencio Sandoval González afirmó en la convocatoria que cuenta con disponibilidad presupuestaria para la compra del armamento, y que los recursos saldrán del Fideicomiso Público de Administración y Pago de Equipo Militar.
Durante julio, la Secretaría de la Defensa Nacional lanzó varias licitaciones para la adquisición de armamento de alta precisión, de un sistema antidrones para reforzar la seguridad en Palacio Nacional y para la contratación de un servicio audiovisual y musical con pirotecnia para el desfile conmemorativo del bicentenario de la consumación de la Independencia de México, que se realizará el 27 de septiembre en el Zócalo de la Ciudad de México.
El año pasado puso en marcha ocho proyectos para adquirir armamento, tecnología terrestre y aérea, entre los que destacan la creación de un radar aéreo 3D, la fabricación de una familia de municiones con capacidad para derribar drones y el diseño de un sistema antiemboscadas, con el objetivo de incrementar la seguridad física de su personal y eficientar las operaciones.