CIUDAD DE MÉXICO, noviembre 18 (EL UNIVERSAL).-
Uno de los principales argumentos que utilizó la FIFA y autoridades de Qatar 2022 para vivir una Copa del Mundo en el mes de noviembre fue la estabilidad en las temperaturas del país anfitrión.
Misma que durante los meses de junio y julio eran extremas e impedían la práctica del futbol, una versión que parece no ser la correcta y que complica a las diferentes selecciones del mundo en su preparación previo al arranque del mundial.
Situación que ha causado que la mayoría realice entrenamientos nocturnos, un ejemplo de lo difícil que es la realización de actividades físicas en el día fue compartido por la Selección de Inglaterra, que mediante un vídeo compartió el sufrimiento por el intenso calor.