Aguascalientes.- En Elektra se simulan medidas de prevención y de restricción a la venta de artículos no esenciales, en realidad todos sus artículos y productos están a la venta para el público en general y ninguno es esencial.
Su plantilla de trabajadores se mantiene activa, e incluso los vendedores le apuestan a las comisiones para mejorar sus ingresos.
Las influencias del empresario propietario de esta cadena de establecimientos, permiten que opere en plena normalidad, pues aunque se acordonaron ciertos pasillos que corresponden a los artículos que clasificaron en las tiendas como no esenciales, los vendedores tienen la instrucción de indicar a sus clientes que están en plena libertad de elegir los artículos que quieran, pues lo que gusten les será vendido.
Entre los artículos liberados del acordonamiento sobresalen los teléfonos celulares, computadoras, tablets, así como los neumáticos y acumuladores de automóviles, y de igual manera las bicicletas.
Las lavadoras, licuadoras planchas y otros electrodomésticos, así como los juguetes se encuentran acordonados. Sin embargo los empleados se encargan de dejar en claro a la clientela que no deben hacer caso a las zonas acordonadas, porque en realidad todos los pasillos están abiertos.
Por lo tanto aunque con muy poca gente la tienda opera sin ningún tipo de restricciones aunque con muy poca clientela y cerca de 10 empleados por tienda, un poco aburridos aunque se esmeran por convencer a la gente de comprar ciertos artículos en oferta y tramitar sus créditos.
La mayor afluencia en sucursales como la ubicada en la zona sur de la ciudad sobre Avenida Mahatma Gandhi corresponde a los cajeros automáticos de esta tienda que cuenta con su propio banco.
Los únicos requisitos que se tienen para ingresar es portar un cubrebocas, así como tomar un poco de gel antibacterial. No se permite el acceso a niños y mujeres embarazadas por considerarse un sector de riesgo.
Por su parte los trabajadores de estas tiendas aseguran que no pueden dejar de trabajar, en primer lugar porque no se les ha dado la indicación y no quieren perder su empleo, y en segundo porque les hace mucha falta su salario, y no les conviene ganar menos o dejar de ganar.
Sin embargo reconocen que sí tienen miedo por su salud de manera que toman las medidas más indispensables de prevención como el uso de los cubrebocas al cual, dicen, comenzaron acostumbrarse aunque le resulta muy molesto permanecer durante varias horas con este tipo de herramientas de protección.