Otra vez está el tema en la mesa: anomalías, deficiencias, desabasto y todo lo que se le ocurra le está pasando en estos momentos al Sector Salud, tanto federal como estatal.
Localmente hasta el IMSS se puso en alerta por el desabasto de medicamentos oncológicos, problema que se vive a nivel nacional, y los pretextos de la Federación han sido muchos pero muy pocas respuestas.
Padres desesperados, que tienen hijos enfermos de cáncer, han tomado medidas extremas y de plano se manifiestan donde saben que sí van a llamar la atención, y hace apenas un par de días se plantaron afuera del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México para exigirle al Presidente que cumpla su palabra: medicamentos para el cáncer.
Obviamente en la Federación les dicen que sí, pero no les dicen cuándo. Aunque asegura el Presidente que ha dado indicaciones para que se solucione este delicado tema, pero por lo visto, tiene otros datos.
Y esto que sucede a nivel nacional representa un problema no menor, sobre todo en tiempos de pandemia, debido a que gran parte de los recursos monetarios y de personal están enfocados en contener el Covid-19, esta nueva enfermedad que ha sido devastadora en todos los sentidos.
Y por si fuera poco, aquí en el Estado nuestras autoridades han tomado decisiones que colocan en una situación apremiante al Sector Salud, más bien dicho, a la población.
La peor decisión, en estos temas, es que el gobernador no se suscribió al convenio de colaboración con el Instituto de Salud para el Bienestar, el Insabi, que viene siendo el sustituto del Seguro Popular, aquel atinado programa que nació en el sexenio del panista Vicente Fox, pero como ya sabemos, todo lo que huele a PRI-PAN le molesta al actual jefe del Ejecutivo que de un plumazo borró lo que hacía el Seguro Popular, dejando en la loma a miles de personas que no tienen acceso a la seguridad social.
Y nació el Insabi, para medio paliar esa necesidad de los mexicanos, pero Aguascalientes y otras pocas Entidades más no firmaron el convenio de colaboración, con las consecuencias que esto ha acarreado.
Y asegura el gobernador que no se arrepiente de no haber suscrito la alianza, y por supuesto que no se arrepiente, pues suponemos que él afortunadamente no ha tenido la necesidad de buscar atención médica y no contar con seguridad social, y menos creemos que le falte dinero para comprar medicamentos y hacerse estudios en caso de necesitarlo.
Pero que le pregunten al resto de la sociedad, a los que perdieron la protección del Seguro Popular que, mal que bien, los medio ayudaba y ahora de plano están a la deriva.
Obviamente el gobernador también tiene otros datos, y ahora sí que ve la tempestad y no se hinca, y sus decisiones son cuestionadas una y otra vez porque con esos amigos…