Aguascalientes.- Al no estar regulados por ley ni reglamento alguno, los tianguis que se instalan en diferentes puntos de la ciudad operan de manera anárquica y también constituyen un delicado foco rojo en materia sanitaria, debido a la venta de todo tipo de alimentos sobre los que no se tiene control, reconoció el director de Regulación Sanitaria, Octavio Jiménez Macías.
Sostuvo que la función o el objetivo que le dio origen a los tianguis se ha desvirtuado porque se está viendo que cada vez se instalan más puestos con venta de todo tipo de alimentos sobre los que lamentablemente hay escaso o nulo control sanitario, ocurriendo lo mismo en el caso de los sitios donde se ofertan incluso medicamentos de dudosa calidad y procedencia, suplementos alimenticios y supuestos productos para control de las plagas, entre otros.
“La instalación y funcionamiento de este tipo de mercados ambulantes si bien cuentan con la anuencia de las autoridades, sin embargo operan de manera ilegal debido a que no existe ley que regule esta actividad, por lo que a los comerciantes les ha dado por vender todo lo que uno se imagine y sin medir en muchas ocasiones los riesgos en el caso de los alimentos, pues en el común de los casos no se siguen las normas básicas de higiene en cuanto a la preparación, conservación y manejo de los alimentos”, advirtió el funcionario del ISSEA.
Luego de señalar que el asunto del tianguismo se ha desbordado y que la prueba de ello está en el tamaño increíble que tienen ahora los tianguis de las colonias Estrella, Insurgentes, Pilar Blanco y México, así como los de La Purísima, Línea de Fuego y muchos otros que se ubican en diferentes puntos de la ciudad, el director de Regulación Sanitaria dijo que la venta lo mismo de mariscos frescos y preparados, que de productos lácteos, fritangas, carne fresca y otros más, resulta ser de alto riesgo para la salud de la gente porque no se tiene un control sobre la calidad de los mismos.
Si a eso se le suma el hecho de que en los tianguis también se da la venta de medicamentos, suplementos nutritivos, tratamientos para “adelgazar” y hasta de supuestos productos para combatir la fauna nociva, entre otros, estos espacios donde se da el comercio al aire libre se convierte en un serio foco de riesgos sanitarios mayúsculos.