México, 30 abr (EFE).- Un consorcio liderado por la mexicana CICSA y la española FCC, ambas controladas por Carlos Slim, ganó el concurso para la construcción del segundo tramo del Tren Maya en el sureste mexicano, una de las principales obras del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
«El consorcio ganador fue Operadora CICSA en convenio de asociación con FCC Construcción», informó el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) en un boletín.
El consorcio ganador presentó su oferta económica el 14 de abril por un monto de 18.554 millones de pesos (unos 777 millones de dólares).
El tramo 2 de la ruta del Tren Maya recorre 235 kilómetros aproximadamente, va desde Escárcega hasta Calkiní, en el suroriental estado de Campeche.
«Los proyectos prioritarios del Gobierno de México continuarán como medidas para mitigar las consecuencias económicas derivadas de la COVID-19. En ese sentido, el Tren Maya se establece como una de las obra de infraestructura más importantes y un detonador clave de empleo y desarrollo en el sur-sureste de México», remarcó Fonatur.
La Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) realizó un análisis independiente paralelo al proceso de revisión de propuestas efectuado por Fonatur en el que manifestó su conformidad de acuerdo con estándares internacionales.
Tanto el proceso de análisis realizado por Fonatur como el de la UNOPS concluyeron que el consorcio integrado por Operadora CICSA en convenio de asociación con FCC Construcción fue el que representa «la mejor relación calidad-precio» para el proyecto del Tren Maya, destacó el boletín.
La oferta hecha por este consorcio cumple con los criterios formales y de elegibilidad establecidos en el pliego de bases.
Fonatur destacó que el consorcio presentó la mejor oferta técnica en cuanto a calidad de obra, experiencia, cumplimento de contratos y contenido nacional y mano de obra.
De acuerdo con lo establecido en el calendario oficial, los trabajos de obra para el tramo 2 Escárcega-Calkiní comenzarán el martes 12 de mayo.
En el concurso participaron 15 consorcios con empresas de distintas nacionalidades desde China a España, como por ejemplo la filial mexicana de la catalana Rubau o la madrileña Sacyr.
El presidente ha afirmado que la construcción de los primeros cinco tramos generará cerca de 80.000 empleos en lo que queda del 2020 para el sureste de México, lo que ayudará a frenar la pérdida de puestos de trabajo por la crisis del coronavirus, que suma 17.799 casos y 1.732 fallecidos en el país.
Con una inversión total de unos 120.000 millones de pesos (unos 5.000 millones de dólares), el Tren Maya entrará en operación en 2024 y recorrerá en una primera fase 951 kilómetros en los cinco estados del sureste de México, región con 12 millones de habitantes y 17 millones de turistas al año.