México, 10 sep (EFE).- El sacerdote y activista mexicano Alejandro Solalinde dijo este martes que la migración centroamericana que busca llegar a Estados Unidos a través de México no será detenida ni controlada por negociaciones como las existentes entre los Gobiernos de México y EE.UU.
«La migración nadie la puede detener, estas negociaciones tampoco las van a detener aunque no quieren el 56 % de detenciones (en México) y quieren el 100 % de todas formas seguirán pasando y sabemos que siguen entrando a EEUU», dijo Solalinde en conferencia en Ciudad de México.
Desde mediados de octubre pasado, miles de migrantes -en su mayoría centroamericanos- cruzan México para llegar a Estados Unidos. Muchos de ellos lo hacen en caravanas para mayor seguridad.
A raíz de este éxodo, el presidente estadounidense, Donald Trump, anunció a finales de mayo la imposición de aranceles a todos los productos mexicanos como castigo por no frenar la migración.
El activista dijo que desde octubre de 2018, cuando comenzaron a llegar a México las caravanas de migrantes, «nos ha tocado asistir al brutal enfrentamiento entre el sistema neoliberal-capitalista y la migración que siempre ha habido, pero esta migración es diferente a las anteriores»
Explicó que el enfrentamiento está representado por el presidente Trump «el hombre más poderoso de la tierra, un blanco supremacista que no inventó el ‘trumpismo’ (discriminación), ya existía antes de él pero él es la personalidad exacta, precisa para hacer esa crisis y ese enfrentamiento con la migración».
Ejemplificó ese duelo como una pelea de boxeo, «en la que al cuadrilátero subieron a una equina a la migración que no pega pero se defiende y en la otra esquina a Trump, pero no está solo».
Como árbitros o mediadores, puntualizó, están los gobiernos y todos aquellos actores «que están dispuestos a ser manipulados para hacerle el juego al sistema capitalista».
No obstante este escenario, Solalinde dijo que «esta pelea ya está ganada y la va ganar la migración porque Trump y el sistema capitalista están en derrota moral y franca decadencia»
Señaló que las migraciones va a marcar, sin duda, el siglo XXI y serán el signo más importante de los cambios a nivel mundial».
Sobre el apoyo a migrantes en México, el sacerdote cree que los albergues -él dirige uno en el estado de Oaxaca-, ya cumplieron su objetivo y ahora deben buscarse nuevas formas para ayudar a los migrantes, «que ahora cumplen estancias más prolongadas» no cómo en otras épocas en las que solo paraban «unos días».