Madrid, 2 jul (EFE).- Sor Juana Inés de la Cruz, la lucha libre, la matanza de estudiantes en Guerrero o los diablos de Teloloapan son algunas de las propuestas con las que México irá desde el jueves a la «conquista» de la pequeña localidad manchega de Almagro -9000 habitantes- de la que es el país invitado de su Festival de Teatro.
México presentará hasta el 28 de julio en las distintas sedes del Festival de Teatro Clásico de Almagro, «el más importante del mundo» dedicado al Siglo de Oro, según su director, Ignacio García, dieciséis montajes.
En la 42 edición del certamen internacional se podrán ver montajes que firman la Compañía Nacional de Teatro Mexicana (CNT), Compañía Carro de Comedias 2017, Teatro de la Universidad Autónoma (UNAM), Colectivo Teatral de Guerrero, Compañía Nacional de Teatro (INBAL) y Teatro de Babel, entre otras.
Los históricos diablos de Teloloapan abrirán la participación de México el día 4, cuando las grandes máscaras del Estado de Guerrero recorrerán con sus sonidos atronadores las calles del pueblo.
El barroco mexicano tiene en Sor Juana Inés de la Cruz y en Juan Ruiz de Alarcón protagonistas de varias obras, y ella se ha convertido en la primera mujer que protagoniza el cartel del festival.
De Sor Juana, Álvaro Cerviño dirige «Los empeños de una casa»; Raquel Araujo la versión que han hecho ella, Natalia Menéndez y el Teatro de la Rendija de «Amor es más laberinto»; Araceli Rebollo, el ñaque -obra para dos «cómicos»- «Finjamos que soy feliz», y la cantante Jaramar Soto, «No acabarán mis flores. Mestizaje».
Soto, ganadora de un Grammy Latino en 2016, será también la invitada del concierto «Dos culturas, un mismo sentimiento», en la que la Asociación Banda de Música de Almagro interpretará obras de zarzuela en la primera parte y en la segunda obras mexicanas.
A ello se une el concierto del Coro Virreinal Rita Guerrero sobre la música en la época de sor Juana, y la proyección de la serie de televisión «Juana Inés».
De Ruiz Alarcón, José Uriel García Solis dirige «El desdichado en fingir»; Álvaro Cerviño «La verdad sospechosa» y Juan Francisco Hernández Ramos «El rey de sí mismo».
Angélica Ragel firma una versión de «El perro del hortelano», de Lope de Vega, ambientada en los años 20; Diego Álvarez una del contemporáneo Juan Mayorga, «La lengua en pedazos», y Antonia Algarra «Crónicas anacrónicas de tres pícaros novohispanos».
A partir de «Fuenteovejuna» de Lope de Vega, Fernando Bonilla dirige «Algo en Fuenteovejuna» en la que cuestiona el «capitalismo salvaje» del país, «caldo de cultivo» del narcotráfico que desembocó en la desaparición de 43 estudiantes en el Estado de Guerrero y el levantamiento de Michoacán de grupos de autodefensa civiles.
Otro Lope de Vega es el que dirige Antonio Algarra, «Los locos de Valencia»; Aurora Cano se encarga de «Cervantes versos Shakespeare»; García Solis de la obra de Lope de Rueda «La corte de los bufones: paso a paso la comedia» y Carlos Rodríguez de «El lado oscuro de Cervantes».
Salomón Santiago López dirigirá «La gran lucha del mundo», un espectáculo que sigue los estatutos «del bando rudo y del bando técnico» para ganar el derecho a una máscara de lucha libre mexicana.