Tras exigir que las autoridades locales del IMSS den la cara para aclarar la decisión del cambio de clínica para la aplicación de las hemodiálisis, pacientes renales y familiares anunciaron que continuará la movilización y se llegará hasta las últimas consecuencias para evitar que “se mande al matadero a los enfermos al ser canalizados a un lugar que parece todo menos clínica”, y para que se dé marcha atrás al plan de enviar a los enfermos a un lugar que no reúne las condiciones para garantizar un servicio seguro.
“Ni los pacientes y tampoco sus familiares estamos en condiciones para que se nos cambie de clínica, por lo que vamos a llegar hasta las últimas consecuencias para que se nos dé una solución, ya que no pensamos movernos de la clínica en la que se nos ha venido dando la atención”, expresaron los familiares de enfermos renales que desde el pasado fin de semana iniciaron una serie de manifestaciones de protesta por el cambio de empresa que se hará cargo de la aplicación de los tratamientos de hemodiálisis.
En nombre de los pacientes renales y de sus familiares, el señor Felipe Quezada aseguró se le pretende subrogar el servicio de hemodiálisis a una supuesta clínica que no sólo carece de un edificio adecuado, sino también de personal capacitado y de equipo, pues “a donde se pretende enviar a los pacientes no está catalogada y ni siquiera parece clínica, puesto que no tiene la infraestructura, no tiene la maquinaria ni tampoco cuenta con el personal capacitado para atender a los enfermos renales”, aseveró.
Desgraciadamente, añadió, es mandar a los pacientes renales al matadero, pues las infecciones en el catéter están a la orden del día y más ahora con las temperaturas que se están dando, pues es sabido que con un mal manejo de un catéter la infección es irremediable y el paciente es mandado al hospital; “eso es lo más seguro y es tener ahí al paciente 22 días, un mes o hasta dos meses”.
Los familiares de los pacientes renales indicaron que no es justo que el IMSS contrate mediante licitación un servició de hemodiálisis a una empresa, sin que siquiera se tenga la inquietud de conocer las instalaciones y al personal que se encargará del manejo de los pacientes, por lo que “exigimos que el delegado del Seguro Social se presente, nos dé la cara y nos aclare todo como debe ser, porque no estamos dispuestos a que se exponga a nuestros pacientes con un servicio deficiente”.
En ese sentido, anticiparon que continuarán las manifestaciones hasta que las autoridades del Seguro Social no den la cara y justifiquen la medida que se tomó sin haber ya no sólo consultado a los pacientes y sus familiares, sino incluso haber revisado las instalaciones y la forma en la que trabaja la empresa a la que se le asignó el contrato para el otorgamiento de las hemodiálisis a los más de 800 enfermos renales que necesitan de ese tratamiento.