Miami, 5 jun (EFEUSA).- Jesús Seade, subsecretario mexicano de Exteriores para América del Norte, lamentó este miércoles la «guerra comercial» entre Estados Unidos y China y las «amenazas» del presidente Donald Trump a México y urgió a su gobierno a «entenderse» con ambos países durante un foro empresarial en Miami.
«Deseamos intensamente que Estados Unidos y China no se peleen y que México y Estados Unidos se entiendan», manifestó Seade vía telefónica desde Washington a empresarios latinoamericanos reunidos en el Cuadragésimo Congreso Hemisférico de Cámaras de Comercio e Industrias Latinas, Salud y Bienestar (Camacol).
Seade se lamentó que el «entusiasmo» por el inicio del proceso de ratificación del convenio comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) se nubló con las «tormentas» del presidente Trump, que amenazó con aplicar aranceles del 5 % a partir del próximo lunes -y aumentar los gravámenes gradualmente hasta el 25 %- si México no frena la creciente migración.
A una presunta de Efe sobre los intempestivos cambios y amenazas del presidente Trump, Seade respondió con un llamado a mantener la serenidad y un «contacto muy estrecho» con los negociadores estadounidenses.
Trump «da como señales, pero quizás uno de cada cinco tuits va muy en serio y pasa a ser acción. Entonces hay que tener mucha calma al relacionarse con todo esto, tener los pies sobre la tierra», subrayó.
Seade explicó a Efe que los funcionarios del gobierno mexicano tienen «una relación muy estrecha» con las contrapartes estadounidenses, en su caso con el representante de Comercio Exterior (USTR), Robert Lighthizer.
«Él -dijo- es una persona extremadamente sólida, extremadamente honesta, entonces sí puedo tener un sentido de hacia dónde van las cosas, tenemos que nunca perder la calma, pero estar muy atentos, en un contacto muy estrecho».
Aseguró que México ha «tomado medidas muy valientes, muy avanzadas para manejar mejor el problema de la inmigración, rescatar migrantes, combatir mafias que se han desarrollado.
«Nuestros resultados están mejorando y estamos en comunicación muy intensa con Estados Unidos», manifestó Seade al señalar que el «último mes» cruzaron la frontera unas 100.000 personas, especialmente centroamericanos.
Aseguró que las conversaciones sobre los aranceles «son muy buenas con los diferentes departamentos» y se mostró confiado de que puedan llegar a un acuerdo que no «retrase» el T-MEC.
El subsecretario mexicano hizo así un llamado a la administración Trump a mantener «una salud económica y comercial» tanto con México como con China.
«Para México la relación con China es muy importante, no encontramos ningún placer que haya guerra comercial entre los dos grandes porque es una guerra comercial entre nuestro primero y segundo socio», explicó.
Para Seade, es una amenaza al crecimiento de China y Estados Unidos y una fuente de incertidumbre mundial. «No nos atrae nada eso», enfatizó Seade durante un panel del foro de Camacol sobre tratados de libre comercio.
La discusión, en la que también participaron Paul Frost, diplomático del Departamento de Comercio de EE.UU., Mario Chacón, director para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), y la cónsul general de Canadá en Miami, Susan Harper, enfatizó además la importancia que el T-MEC le ha dado a las pequeñas y medianas empresas (pymes)
Seade indicó que es «vital» apoyar a las pymes, las cuales «estaban prácticamente ausentes» en el anterior Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN, en inglés NAFTA) especialmente en tiempos en que «la globalización y la tecnificación han dado lugar a una separación vertical en cierta medida de muchas de nuestras sociedades».
Lamentó que «las clases medias están yéndose para abajo y hay una distancia cada vez mayor entre los sectores directamente inmersos en la globalización y el resto».
El subsecretario mexicano dijo además que hay «un apoyo total» del Senado de México para la ratificación del T-MEC, mientras que el panorama en el Congreso de Estados Unidos no está «tan claro», según dijo Frost.
Frost mencionó que por un lado están los demócratas enfocados en los componentes laborales y medioambientales del tratado, mientras que los republicanos enfatizan en las industrias del acero y el aluminio.
Sin embargo, Frost señaló que hay acuerdo en la necesidad de un tratado de libre comercio entre los tres países que reemplace al NAFTA de hace 25 años y resaltó que el nuevo acuerdo pone énfasis en los déficit comerciales y la creación de empleos.
Frost, por otro lado, dijo que se prevé que varios aspectos del nuevo tratado se «van a repetir» en otros eventuales acuerdos comerciales con Europa, Asia o países de Latinoamérica, especialmente temas como «»empresas públicas, propiedad intelectual, comercio digital y facilitación aduanera».