El suicidio es un tema de salud pública, ya que se han rebasado por mucho las cifras cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que sería común que se presentaran 59 suicidios aproximadamente por cada millón de habitantes y en Aguascalientes se han alcanzado 186, reveló el neuropsicólogo Nefi Jacob Campos Muñoz, presidente del Club Rotario Pro Salud Mental de la Unión Nacional de Organizaciones Sociales para la Prevención del Suicidio y de la Sociedad Latinoamericana de la Psicología. Por lo que señaló que se requiere identificar y fomentar el bienestar mental, buscar la prevención de los trastornos mentales: proporcionar atención, recuperación, promover los derechos humanos, que muchas veces son trastocados. La ocurrencia de suicidios es diferente en los estados, Chihuahua presentó la tasa más alta (11.2 por cada 100 mil), siguieron Yucatán (9.6) y Aguascalientes (8.8). En el lado opuesto, las tasas más bajas se reportaron en Oaxaca, Veracruz y Guerrero, con 2.8, 2.3 y 2.0, respectivamente. En lo que va del 2023, se han registrado 86 suicidios en Aguascalientes, frente a los más de 100 que se contabilizaron en el mismo período del año anterior. Con base en las cifras del INEGI, Aguascalientes registró 8.8 suicidios por cada 100 mil habitantes en 2022. El neuropsicólogo señaló que se cuenta con un protocolo patentado denominado Dana, donde se indican acciones que se deben realizar ante comportamientos suicidas, para lo cual se han estado realizando estudios acerca de la fenología por la cual ocurren los suicidios. El número de tentativas de suicidio es 10 veces más grande que
el número de intentos de suicidio, pero señaló que el poder contar con una estadística exacta puede ser un poco complicada porque
no existe un organismo propio que concentre toda la información. “Existen subregistros porque puede haber personas que mueren
por otra causa y que los mismos familiares ocultan la información y no se registra como un suicidio o los feminicidios que fueron mostrados como inmolación”. Razón por la cual el Club Rotario se encuentra proponiendo ante el Congreso del Estado la creación de un Observatorio Estatal de Suicidio, el cual sea un organismo autónomo para poder hacer investigaciones en todas las instancias públicas y privadas, “se pueda ver la magnitud”, manifestó. Es mucho mayor la situación de lo que se vive en Aguascalientes con respecto a otros estados de
la República, ya que desde el 2013, la Entidad ya ocupa los primeros lugares de suicidios. En la capital de Aguascalientes es donde se presenta la mayor parte de los suicidios, pero es de llamar la atención que el municipio de San José de Gracia, “las particularidades que vemos en las poblaciones, no solamente están alineadas a lo que de primera impresión se cree como el deterioro del tejido social”, apuntó Nefi Jacob Campos Muñoz. Explicó que en las pequeñas poblaciones, con tasas altas de suicidio, son en donde se presentan otras problemáticas de salud de carácter genético, “porque se casan muchos familiares entre sí, de segundo o tercer grado y existe una mayor predisposición de situaciones genéticas”. Apuntó que no necesariamente es el deterioro social, como la falta de valores, de principios o
de fe, “los suicidios consumados en un período de tres años, la personas que cometieron el suicidio profesaban una religión”.
El especialista dio a conocer que toda la serie de investigaciones que se han estado realizando entorno al suicidio, en realidad el
93% de los actos consumados tenían una enfermedad mental, que no siempre está diagnosticada. Se habla mucho de que la ruptura de una relación sentimental puede llevar al suicidio, “una persona que no tiene una enfermedad mental puede divorciarse y superarlo, pero quien sí la tiene y se separa, puede ser un factor desencadenante”. Un niño con trastorno mental y que es víctima de bullying no lo podrá sobrellevar, por lo que indicó que las instituciones públicas y privadas es entender primeramente la fenología, donde existe una gran base biológica dentro de ella, “no sólo es un problema social el tema de suicidios, sino que más bien es de salud”. La mayor parte de las personas
con enfermedades mentales tienen alteraciones neuroquímicas en su cerebro, fluctuaciones de serotonina, dopamina, “todos tenemos un instinto de supervivencia”. Las personas que realizan una tentativa de suicidio no cuentan con un instinto de supervivencia, “eso nos hace pensar que el problema es biológico, no necesariamente es social, lo que se debe atender con medicamentos y no solamente con decirle que le eche ganas”. En este sentido, los pacientes no solamente requieren de atención psicológica, ya que ésta debe ser multidisciplinaria con el psiquiatra, psicólogo y nutriólogo para que en su conjunto puedan ayudar a la persona y sus familiares, “esto no es nuevo, son estudios de
hace varios años”. Por lo anterior, existe una base biológica en el suicidio, ya que antropológicamente en todas las culturas donde se ha presentado el suicidio se pueden rastrear bases biológicas y no necesariamente culturales. Es la depresión bipolar la que se ha podido identificar como la más frecuente dentro de las personas con tentativa de suicidio, el cual se puede rastrear en el 80% de los casos de suicidio. Otro trastorno que está relacionado es el obsesivo compulsivo, la esquizofrenia de tipo paranoide y el de límite de personalidad.
Mencionó que para poder evitar un suicidio, se requiere la identificación de los casos clínicos y sobre todo atenderlos, además de la
realización de campañas masivas para difundir los signos y síntomas que están asociados al comportamiento suicida. Los suicidios se registran en una población con un rango de edad entre los 18 y 36 años de edad, “los suicidas reales están en las universidades, en las empresas, ya que éste no se realiza por imitación”. El 40% de las personas suicidas cuentan con una capacidad intelectual superior al término medio, ya que el 72% de los suicidios consumados tenían empleos y estaban bien remunerados, “los que menos toleran un dolor emocional son quienes tienen un padecimiento, no discrimina clases sociales”, explicó el especialista. Jacob dio a conocer que los
hombres (84%) son quienes están más propensos al suicidio, ya que el cerebro de las mujeres (16%) tiene más neuroplasticidad debido a que el cerebro de ambos funciona de manera diferente. Gran parte de la población transgénero, pedófilos y las personas con disfunción sexual tienen comportamientos suicidas. En conclusión, destacó que las personas con comportamientos suicidas tienen la responsabilidad
de atenderse médicamente para que su cuerpo empiece a funcionar, ya que lo primero que se altera es su corteza prefrontal, área
del juicio, del comportamiento y no pueden tomar decisiones racionales.