La aprobación fast track de la Supremacía Constitucional significa que ningún ciudadano ni legislador pudiesen poner alguna controversia o acción de institucionalidad y “ahora sí que todo lo que apruebe MORENA nadie tiene derecho a decir que no, en pocas palabras, y significa que todo lo que ellos hagan va a quedar plasmado en la ley», expresó en rueda de prensa el senador Antonio Martín del Campo, quien añadió que ahora ninguna acción de inconstitucionalidad será válida, ni el juicio de amparo, y por lo tanto está en riesgo nuestra democracia.
PREOCUPACIÓN FUNDADA
Demostró su preocupación ante la Reforma en materia de supremacía parlamentaria que se aprobó recientemente por la vía del fast track, destacando su preocupación por las implicaciones para el Estado de Derecho y la democracia en México.
En el marco de la próxima sesión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), a realizarse este 5 de noviembre, el senador hará un llamado a reflexionar sobre los riesgos de esta reforma en diversas áreas.
Señaló que otro riesgo consiste en que Estados Unidos y Canadá cataloguen a México como una “economía de no mercado” si consideran que estas reformas vulneran la imparcialidad y el trato equitativo, escenario que pondría en riesgo las inversiones y afectaría al sector energético, generando incertidumbre económica y posibles aranceles conforme a la Organización Mundial de Comercio (OMC).
En una democracia constitucional las decisiones judiciales deben apelarse, no desobedecerse, resaltando que la falta de acatamiento vulnera principios fundamentales del sistema de justicia mexicano».
El senador por Aguascalientes señaló que esta reforma surge tras la resolución de una jueza de Coatzacoalcos que ordenó la suspensión de una parte de la Reforma Judicial y se aprobó de forma urgente por parte de la mayoría morenista sin un análisis profundo de sus consecuencias.
En su intervención, subrayó que en una democracia constitucional las decisiones judiciales deben apelarse, no desobedecerse, resaltando que la falta de acatamiento vulnera principios fundamentales del sistema de justicia mexicano.
Además, el senador enfatizó que el proyecto del ministro José Luis González Alcántara Carrancá propone eliminar aspectos controvertidos de la Reforma Judicial, como la figura de jueces sin rostro, la elección popular de jueces de Distrito y magistrados de Circuito, así como la creación del Comité de Evaluación.
Tocante a la Reforma en materia de supremacía parlamentaria, destacó su preocupación por las implicaciones para el Estado de Derecho y la democracia en México.
REFORMA NEGATIVA PARA EL T-MEC
Toño Martín del Campo advirtió que esta reforma podría tener efectos negativos en las relaciones internacionales de México, particularmente en el marco del Tratado de Libre Comercio (T-MEC). Resaltó que diversos capítulos del tratado, como los relacionados con inversión, telecomunicaciones y política de competencia, podrían verse comprometidos si se vulnera la independencia de los órganos reguladores y autónomos, como la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE), el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
Señaló que el riesgo consiste en que Estados Unidos y Canadá cataloguen a México como una “economía de no mercado” si consideran que estas reformas vulneran la imparcialidad y el trato equitativo, escenario que pondría en riesgo las inversiones y afectaría al sector energético, generando incertidumbre económica y posibles aranceles conforme a la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Finalmente, reiteró su apoyo a los trabajadores del Poder Judicial y su compromiso con la defensa del Estado de Derecho. Hizo un llamado a los actores políticos a preservar la imparcialidad judicial y a respetar las decisiones de la SCJN, resaltando la importancia de salvaguardar la democracia y los derechos humanos frente a cualquier intento de control político sobre el sistema constitucional mexicano.