Phoenix (AZ), 3 may (EFE News).- La Virgen de Guadalupe tiene una nueva misión para proteger a sus millones de fieles: protegerlos del coronavirus. Y qué mejor manera que por medio de unos tapabocas con su imagen que confecciona una mexicana emigrada a Arizona, y que ya ha recibido pedidos desde todo Estados Unidos y hasta España.
Preocupada por los efectos devastadores que la pandemia del coronavirus, María Cruz Ramírez, una madre indocumentada de Phoenix, capital del fronterizo estado, decidió volcar su fe católica en crear cientos de máscaras con la imagen de la «Morenita del Tepeyac».
«Soy muy devota, tengo confianza y fe en ella. Es el momento en que la gente tiene que tener confianza, como madre de todos nos protege», afirma a Efe esta mujer oriunda del estado mexicano de Hidalgo, quien llegó a Arizona en el año 2001 con sus tres hijos, Hugo Armando, Alina y Rocío.
La mexicana crea mascarillas de tela en varios colores y en el centro, justo donde se tapa la boca, se ve la imagen de la Virgen de Guadalupe tocada con un manto verde oscuro y estrellas doradas.
Cruz ha sufrido un intenso abatimiento durante la cuarentena obligatoria ordenada en Arizona para intentar controlar la propagación del virus, y ese sentimiento de tener que frenar su actividad cotidiana la llevó a idear esta manera de sobrellevar las horas dentro de su hogar.
«Tengo dos meses sin trabajar. Me entró una depresión muy fuerte, y ese miedo me llevó a hacer algo, a darle aliento a la gente para confiar en algo» ante el desolador panorama, comenta la indocumentada.
Según los últimos datos del Departamento de Salud de Arizona, en el estado se han registrado más de 8.300 casos confirmados, de los cuales 348 derivaron en la muerte del paciente de COVID-19.
Pero este drama se extiende por todo el país, donde los casos rondan los 1,1 millones y los muertos superan ya los 64.000, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Por ello, Cruz no duda en que era necesario realizar la cuarentena, confinamiento al que se le debe añadir, en su opinión, una buena dosis de fe para poder sobrellevar las horas de soledad y tedio y además tener una mayor «esperanza de un futuro más alentador».
Porvenir que ve amenazado ante los estragos que está causando la pandemia. Tres de los integrantes de su familia perdieron el trabajo, y todos ellos dependen del sueldo de uno de los hijos de Cruz para enfrentar la actual contingencia, que cada día es peor al estar atrasados con la renta y tener que afrontar nuevos recibos.
Esta activista en la organización de defensa de los derechos civiles Puente explica que publicó imágenes de sus tapabocas con la imagen de la Virgen de Guadalupe en sus redes sociales y pronto empezó a recibir peticiones para obtener las singulares mascarillas.
A pesar de su delicada situación económica, aclara que no pretende lucrar con la necesidad de la gente y elabora los tapabocas de forma gratuita a las personas que se lo demandan.
«Dios me ha dado la oportunidad de ayudar y el talento para poderles dar», comenta sobre una iniciativa para la que cuenta con la solidaridad de la comunidad, donaciones que le han permitido cumplir con los pedidos.
«Tengo gente que me ha hecho pedidos desde Minnesota o Atlanta, hasta España. Desde que los publiqué en mis redes sociales se dispararon los pedidos», asegura.