Cancún (México), 28 nov (EFE).- El presidente de la organización Tauromaquia Quintana Roo, Jaime Valenzuela, lamentó este jueves la prohibición de las corridas de toros en este estado del sureste de México tras la entrada en vigor de la Ley de Protección y Bienestar Animal aprobada en junio pasado por el Congreso estatal.
La ley aprobada en junio pasado por el Congreso del estado de Quintana Roo fue publicada en el diario oficial del estado este 25 de noviembre para entrar en vigor al día siguiente.
Con esta legislación, Quintana Roo se convierte en el cuarto estado de México en prohibir las corridas de toros después de las entidades de Sonora, Guerrero y Coahuila.
«Va en contra de las tradiciones de la entidad», declaró Valenzuela a Efe sobre esta ley que además de los eventos taurinos proscribe peleas de perros, de gallos y el uso de caballos para tirar de calesas, uno de los atractivos turísticos de esta zona del país.
La actividad taurina en Quintana Roo se remontan a 1524 y con el paso de los años se afianzó y actualmente se organizan alrededor de 380 corridas al año, una por cada fiesta patronal, lo cual genera unos 20.000 empleos, explicó.
La prohibición de las corridas de toros fue bien recibida por algunas organizaciones civiles como Opus Magnum México y Grupo Ecologista del Mayab quienes tomaron protagonismo para que se aprobara la ley respectiva.
Flor Tapia y Araceli Domínguez, directoras de estas asociaciones condenan el maltrato animal que se suscita en las corridas. o importante, revira Tapia, es preservar la vida del toro de lidia, evitar su «tortura» y desterrar la «cultura de la violencia».
La ley considera como maltrato animal las mutilaciones físicas en los animales que no sean por motivos de salud, así como la privación de aire, luz, alimento, agua, espacio y abrigo contra la intemperie, cuidados médicos, higiene y alojamiento adecuado, acuerde a su especie.
Queda prohibido también hacer uso de animales con fines de propaganda política o comercial, la venta de animales a menores de edad y los establecimientos autorizados deberán expedir un certificado de venta y un registro de cada animal enajenado.