Los taxistas señalaron verse afectados económicamente por las lluvias, ya que las unidades resultan dañadas por las calles que transitan, donde prácticamente se crean lagunas.
Trabajadores del volante consideraron un arma de doble filo prestar el servicio de transporte por las condiciones en que están algunas avenidas y calles importantes, haciendo imposible transitar cuando llueve, por lo que se arriesgan a dañar sus vehículos.
Integrantes del gremio mencionaron que incluso algunos detienen el carro cuando llueve fuerte para no tener pérdidas y evitar llevarlo al taller, pues económicamente sus ingresos ya están mermados por la pandemia.
“No queremos poner en riesgo los vehículos, sabemos cómo se ponen algunas avenidas”, indicó uno de los integrantes del gremio y agregó que la conservación de los carros y la seguridad del pasajero son primero, por lo que ya no todos se arriesgan a ir a zonas complicadas, tal es el caso de la colonia El Riego, donde se mete el agua hasta dentro de las viviendas.
Los conductores dijeron saber sobre los riesgos y situaciones que deben enfrentar como parte de su labor, sin embargo, no quieren dañar sus carros y que después no se puedan arreglar con el patrón.
Igualmente, tienen a consideración que cuando llegan las lluvias aumenta el riesgo de accidentes, por lo que al mismo tiempo toman sus precauciones.