Por Erick Cortés.- Más de un millón de personas dieron la bienvenida al 2024 en los Campos Elíseos en la tradicional ceremonia con fuegos artificiales y presentaciones en vivo, y aunque se registraron algunos detenidos y enfrentamientos, el Ministro de Interior reconoció el trabajo de la policía local, destacando la ausencia de incidentes importantes.
Pero a pesar de la eficiente seguridad, este año hay preocupación en la capital francesa, que se prepara para ser sede de los Juegos Olímpicos, con la expectativa de atraer a más de medio millón de espectadores a la gran ceremonia de apertura que tendrá lugar a lo largo del Río Sena.
“Soy consciente de las preocupaciones que se han expresado, ya que nos enfrentamos a una gran amenaza terrorista. La organización de los Juegos Olímpicos en Francia es un acontecimiento que ocurre una vez cada siglo, así que es muy importante”, dijo Gerald Darmanin, Ministro de Interior de Francia.
Con la guerra en Gaza y las tensiones en Medio Oriente en aumento, París teme la ocurrencia de un atentado, por lo que se desplegarán diez mil soldados en la capital y otros cinco mil en el resto del país, cuya labor se reforzará con la implementación de tecnologías de vigilancia avanzadas como cámaras y sistemas algorítmicos que vigilarán cada rincón de la capital, lo que ha despertado críticas en relación con la privacidad, sobre todo entre los residentes que viven cerca de las sedes olímpicas, quienes deberán contar con un código QR para atravesar las barreras policiales.
La preocupación es tal, que la policía planea desalojar a los llamados “buquinistas” (cientos de casetas que venden y exponen libros), que se han convertido en un ícono de París y que han permanecido en los muelles del río Sena durante casi 150 años, una medida que ha sido rechazada por los libreros y por los residentes que no imaginan la realización de las olimpiadas sin uno de los símbolos más representativos de la capital francesa.
Con la guerra en Gaza en curso y las crecientes tensiones en Medio Oriente, el presidente Emmanuel Macron dijo que existen planes alternativos en caso de que ocurra una amenaza terrorista grave, contemplando la posibilidad de trasladar la ceremonia inaugural a un lugar distinto, para mantener la seguridad en el centro histórico de París.