Justamente este viernes 30 de septiembre llega a su fin el sexenio del gobernador Martín Orozco Sandoval, administración con la que el Estado sufrió un retroceso importante en la mayoría de los rubros que impactan en el desarrollo de Aguascalientes y sus habitantes.
Dirigentes y representantes de los sectores productivos, organizaciones sociales, agrupaciones sindicales y de partidos políticos, incluyendo gente del mismo Partido Acción Nacional, no dudan en calificar a la administración cesante como un “sexenio fallido” donde los intereses de unos cuantos y la “imagen falsa” de Gobierno del Estado se puso por encima de las respuestas a las necesidades de la población.
Los críticos expusieron que “viendo lo que se hizo en cada una de las áreas del Gobierno, resulta difícil hacer una evaluación, pero lo que sí es un hecho es que el Gobierno de Martín Orozco no le cumplió a Aguascalientes en los rubros más importantes como son los de economía, educación, desarrollo social y combate a la pobreza, salud y no se diga en materia de seguridad, donde las cifras de los delitos hablan por sí solas”.
Sostienen en que quizá donde más se agudizó el problema de Aguascalientes y que impacta en todo, es en el rubro de la seguridad pública y la impartición de justicia, toda vez que no se pudo contener la avalancha delictiva y se alentó la impunidad por la excesiva y desesperante burocratización que priva en la Fiscalía General del Estado.
“A lo mejor se hizo algo de infraestructura importante como el circuito de los puentes viales y peatonales, el libramiento carretero, el rescate del proyecto del nuevo Hospital Hidalgo que se heredó de dos administraciones atrás, pero no se puede desmentir el estancamiento y el retroceso que se tiene en los rubros estratégicos, que es donde tronó el Gobierno que ostentó la bandera del cumplimiento de la palabra y de la transparencia”, mencionaron los actores políticos y sociales que fueron consultados por separado sobre el balance de la administración estatal 2016-2022.
Se puede hablar bien o mal del Gobierno que termina, pero lo único cierto es que las estadísticas, los hechos y la historia son a final de cuentas la base sobre la que se debe hacer el juicio del Gobierno de Orozco Sandoval, aunque para la mayoría de los consultados “está claro que este fue un sexenio de claroscuros y donde se le quedó a deber al Estado y a su gente”.