El presidente del Grupo de Industriales de la Masa y la Tortilla, Alfonso Anaya Castro, lamentó que la presencia de una tortilla de mala calidad, correosa y como si fuera un cartón en tiendas de abarrotes se debe a que los mismos abarroteros así las reciben y a que las autoridades no hacen su trabajo de supervisión, provocando la presencia de varias tortillerías piratas.
Y señaló que el asunto es que en los establecimientos de barrio los kilos de tortilla se guardan por lo general en una hielera, únicamente están envueltas en papel blanco con un sello o a veces sin éste, “los abarroteros no deberían adquirir productos de mala calidad y al que deberían sancionar es al abarrotero, que es quien lo está recibiendo y tiene la obligación de exigir las condiciones que fijan la norma 187; y las adquieren sin cumplir con las especificaciones sanitarias”.
Destacó que solamente en una ocasión tuvo la visita por parte de las autoridades de salubridad en la que le recordaron que si distribuía sus tortillas a tiendas de abarrotes debía llevar su etiqueta e identificación y lista nutrimental, “todo lo que debe llevar un producto preenvasado”.
En cuanto a la regulación de las tortillerías que operan en el municipio de Jesús María, luego de la explosión registrada en septiembre del año pasado de un tanque de gas en una tortillería, Alfonso Anaya puso en tela de juicio que exista un atlas de riesgo para el manejo de gas en dichos establecimientos, ya que cuando él mismo acudió a la Dirección de Protección Civil de ese Ayuntamiento le informaron que no contaban con ese instrumento, “de dientes para afuera como políticos van a decir que sí lo tienen, pero en la realidad no es así”.
En lo particular el presidente de Jesús María, Antonio Arámbula López, señaló que específicamente ese establecimiento aún se encuentra en revisión y se han estado supervisando todos los que se han podido, para que estén dentro de la norma.
Pero el presidente municipal reconoció que aún no existe un programa especial para las tortillerías.
E informó que sí existe un atlas de riesgo para el manejo de tanques de gas en este tipo de negocios, para evitar una desgracia como la que ya tuvo lugar.