Así en retrospectiva se puede decir que era prácticamente imposible que la Feria Nacional de San Marcos en su edición 2020 se celebrara en cualquier momento de lo que resta del año, aunque la verdad es que cuando se declaró pospuesta en marzo pasado, los más albergaban esperanzas de que esos pronósticos primos, que luego saltaron por los aires, se cumplieran si no en el verano, sí en el otoño, se pudiera realizar de alguna manera lo que, se confirmó ayer oficialmente, ya no pasará irremediablemente.
Hace unos días el titular del Patronato, que lo es de Sectur estatal, todavía decía tener alguna esperanza y que este asunto se conocería esta semana, tras reunirse con autoridades sanitarias federales y poder saber si existía alguna probabilidad para tener algo parecido a los festejos abrileños, lo que ya en ese momento era para la mayoría una idea quimérica, pues lo cierto es que la pandemia no cede en nuestro territorio.
Los primeros pronósticos, que ahora en la Secretaría de Salud niegan haber emitido, hablaban del pico de la curva de contagios para finales de mayo y principios de junio, lo que hacía posible siquiera tener la expectativa de utilizar las fechas del Festival de las Calaveras para armar siquiera una Verbena de una o dos semanas, improbable del todo cuando ahora se nos dice que la pandemia no cede, que los casos de contagios y muertes sigue creciendo, de tal manera que, sólo para citar un ejemplo, estamos a 500 decesos de superar a España en el sexto escalón de los países con más desenlaces fatales por causa del Covid-19.
Ayer mismo la Organización Panamericana de la Salud nos daba la terrible nueva de que, contra lo que afirman varios gobiernos de esta parte del mundo, el pico de la curva ni siquiera ha llegado y para el caso de México éste se presentaría en alguna fecha de agosto, aunque se sabe que ni estas previsiones que tanta alarma provocan pueden ofrecer certezas, pues la única posible respecto al fin de esta terrible crisis llegará cuando exista una vacuna cuya efectividad esté probada y de disponibilidad universal.
Pierden, entre otros, los organizadores, la Administración estatal, las empresas que ofrecen espectáculos, los que ponen negocios de cualquier tipo en la zona ferial, los hoteleros, los que se dedican al sector del ocio y a la hora de la hora todos en el Estado, pues la derrama que se recibe aquí en ocasión de nuestra fiesta anual es la más abundante de todo el año y en algunos casos hay negocios que ingresan en abril y mayo lo que no reciben en todo el resto del año.
Pero lo que es irremediable no nos deja sino lamentarnos por esa ocasión perdida, pero ser responsables para que si este año ya se da por perdido para la economía local, las cosas se hagan bien para que la crisis sanitaria sea superada y el 2021 venga con feria y con todas esas actividades que por ahora son un riesgo, y cuya desatención puede ser la causa de que este horrible período se prolongue.