La transición de gobierno en México no tendrá contratiempos para el sector bancario en México, en un entorno donde las instituciones han acumulado capital y se encuentran estables, dijo Fitch Ratings.
«Los bancos han acumulado capital y han experimentado una calidad de activos estable, lo que respalda los márgenes y los perfiles crediticios bancarios. No esperamos perturbaciones significativas en el desempeño financiero de los bancos ni en el crecimiento del crédito, ya que se espera una transición presidencial sin contratiempos», dijo la firma.
En un análisis, Fitch Ratings recordó que el desempeño de los bancos mexicanos suele estar más impulsado por la economía en general que por las campañas de los partidos políticos o los períodos electorales.
«Acontecimientos importantes, como la pandemia de Covid-19, que debilitaron el entorno económico, también presionaron materialmente el desempeño bancario.
Los eventos macroeconómicos adversos generalmente afectan negativamente la inversión fija bruta de los sectores público y privado, el consumo privado interno, la inclusión financiera, las tasas de interés y/o la inflación, todos los cuales son factores clave del desempeño financiero y el crecimiento del crédito de los bancos mexicanos», dijo.
Sin embargo, resaltó que cambios disruptivos en la política económica que afecten el crecimiento y la confianza de la inversión podrían resultar en un entorno operativo más débil y presionar el desempeño financiero de los bancos mexicanos.
«Las posibles implicaciones se harán más evidentes una vez que la presidenta electa Claudia Sheinbaum proporcione más claridad sobre su agenda de política económica y las autoridades electorales confirmen la composición final del Congreso», comentó.
Bancos, con margen de maniobra ante exposición al sector público, dice Fitch
Fitch Ratings resaltó que la significativa exposición del balance de los bancos mexicanos a la deuda soberana y a las entidades relacionadas con el gobierno seguirá pesando sobre la calidad crediticia, siendo la considerable exposición del sector al sector público un factor negativo en su la perspectiva que mantiene sobre el sector, actualmente en neutral.
«Las tenencias considerables de deuda del gobierno mexicano y de entidades relacionadas con el gobierno, incluidos Pemex y CFE continúan representando riesgos a la baja para los bancos mexicanos, lo que refleja una mayor volatilidad que podría reducir los ingresos netos debido a pérdidas comerciales y de valor de mercado», dijo.