El gobierno federal arrancó este viernes las obras para adaptar el Tren Maya al transporte de carga, un proyecto que busca detonar el desarrollo económico del sureste de México. Con una inversión inicial de 25 mil millones de pesos, las autoridades federales pretenden que el ferrocarril no solo transporte pasajeros, sino también mercancías, impulsando sectores estratégicos como el industrial y el logístico.
La presidenta Claudia Sheinbaum encabezó el arranque oficial de los trabajos en el Puerto de Progreso, Yucatán. Ahí, subrayó que el Tren Maya no solo conectará destinos turísticos, sino que ahora servirá también para fortalecer las cadenas de valor en la región. «Esta ampliación es un parteaguas para el crecimiento económico del sureste mexicano», sostuvo.
Además, Sheinbaum detalló que este esfuerzo se complementará con una inversión adicional de 12 mil millones de pesos para ampliar y modernizar el Puerto de Progreso. De esta manera, el puerto podrá recibir más carga y agilizar las exportaciones hacia mercados internacionales.

Entre las obras principales se contempla la construcción de 70 kilómetros de vía férrea que enlazarán la zona industrial de Umán con el puerto de Altura de Progreso. Asimismo, se instalarán terminales intermodales en ciudades clave como Cancún, Chetumal y Palenque, optimizando así la conexión entre el transporte ferroviario, marítimo y terrestre.
Cabe destacar que la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) será la responsable de ejecutar el proyecto de infraestructura, apoyada por empresas privadas y trabajadores de la región. En este sentido, la presidenta enfatizó que se priorizará el uso de mano de obra local, generando miles de empleos en distintas fases de la construcción.
Con estas acciones, el Gobierno de México pretende diversificar el uso del Tren Maya, reforzar la infraestructura logística y, sobre todo, dinamizar la economía en estados históricamente rezagados como Yucatán, Campeche, Quintana Roo, Chiapas y Tabasco.