Bogotá, 29 ene (EFE).- Las autoridades colombianas capturaron en Bogotá a tres mexicanos que pretendían sacar 181 kilos de cocaína y otras drogas sintéticas en un vuelo privado que tenía como destino Papachula (México), informó este miércoles la Policía Antinarcóticos.
La incautación de los 181 kilos de cocaína y otros dos de «cocaína rosada» se realizó en un hangar de vuelos chárter del aeropuerto El Dorado, de Bogotá, en donde también fueron capturados dos mujeres y un hombre, de quienes no se suministró sus identidades.
Según las investigaciones de la Policía «este vuelo es contratado directamente en México y llega a nuestro país para comprar productos agrícolas y regresar nuevamente con el alcaloide sin ser detectados por las autoridades».
La información agrega que esa maniobra «deja entrever la intención de las organizaciones delictivas de usar jets privados en las principales terminales aéreas del país, como plataformas de envíos en cantidades considerables de cocaína hacia el exterior».
La droga fue hallada en cuatro maletas que al ser revisadas «una de ellas contenía en su interior dos kilos de cocaína rosada o tucibi (2CB) envueltas en cintas de color negro, las otras tres contenían 181 kilos de cocaína».
Este caso recuerda a uno ocurrido en 2018 cuando las autoridades colombianas detuvieron a cinco personas y dieron así por desarticulada la red que envió media tonelada de cocaína a Londres en un jet privado.
En la operación colaboró la National Crime Agency (NCA) británica y comenzó con el decomiso del alcaloide en el Aeropuerto Farnborough, situado 50 kilómetros al sur de Londres, informó en su momento la Fiscalía colombiana.
La historia se remonta al 8 de diciembre de 2017, cuando el albañil británico Martin Neil viajó a Colombia en compañía del chef italiano Alessandro Iembo y del español Víctor Franco Lorenzo.
Los tres dijeron ser turistas, aunque su verdadera intención era comprar cocaína para la mafia italiana Ndrangheta, según informes de prensa.
Tras ese primer viaje, los europeos regresaron en enero de 2018 junto al hermano desempleado del albañil y el peluquero español José Ramón Miguélez Botas.
Esa vez, los cinco hombres se hicieron pasar por adinerados ejecutivos y contrataron por 300.000 dólares un jet privado Bombardier Global Express, que salió de un hangar del aeropuerto internacional El Dorado de Bogotá hacia el aeródromo de Farnborough.
Sin embargo, lo que parecía iba a ser el negocio de sus vidas terminó por llevarlos a la cárcel tras ser capturados por agentes de Scotland Yard y NCA.