Washington.- Un total de 377 inmigrantes siguen detenidos tras una redada masiva el miércoles en el estado de Misisipi, en la que fueron arrestados 680 trabajadores, en su mayoría de plantas procesadoras de alimentos, informó este jueves el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE.UU. (ICE, en inglés).
En una rueda de prensa telefónica, el agente especial de ICE Jere Miles indicó que tras las operaciones en seis ciudades fueron liberadas 271 personas que se espera que comparezcan ante un juez.
Otras 32 fueron liberadas en su lugar de trabajo por "razones humanitarias".
El fiscal del distrito sur de Misisipi, Mike Hurst, dijo ayer a los periodistas que esta es la mayor redada en al menos una década en el país y que, además, es "la acción de las fuerzas del orden más grande en un solo estado en la historia de EE.UU."
Los arrestos se produjeron en seis localidades de Misisipi y tuvieron como blanco el lugar de trabajo de los inmigrantes, entre los que se incluía una planta de procesamiento de pollos de la empresa Peco en la población de Bay Springs.
Peco confirmó el miércoles en un comunicado que el ICE inspeccionó esa planta de pollos y otras dos de las instalaciones que tiene en Misisipi: una en Canton y otra en Sebastopol.
La acción de ICE abarcó cinco empresas, detalló Miles este jueves, quien señaló que las escuelas de la zona fueron informadas posteriormente de las operaciones.
En especial, detalló, se les notificó cómo ponerse en contacto con los padres detenidos, a quienes se les ha permitido realizar llamadas telefónicas.
ICE confirmó en su cuenta de Twitter que los registros tuvieron lugar en siete plantas de las poblaciones de Canton, Pelahatchie, Cartago, Sebastopol, Morton y Bay Spring.
El objetivo principal de ICE "era una investigación federal en curso, no la aplicación de la ley de inmigración", agregó la agencia en Twitter.
En julio, el presidente estadounidense, Donald Trump, anticipó que su Gobierno iba a iniciar redadas masivas para deportar a "miles" de indocumentados.
Según medios locales, la medida, que puso en alerta a las organizaciones de inmigrantes, estaba dirigida contra unos 2.000 inmigrantes que ya habían recibido órdenes de deportación y que, en algunos casos, no se presentaron a las audiencias en los tribunales de inmigración.
La operación se preveía que ocurriría en ciudades como Nueva York, Miami (Florida), Houston (Texas), Los Ángeles y San Francisco (California), Chicago (Illinois), Atlanta (Georgia), Baltimore (Maryland) y Denver (Colorado).